Vamos adelante a la madurez

“Vamos adelante a la perfección” (Hebreos 6:1). El creyente nuevo está motivado por la emoción de haber nacido de nuevo. Le decimos, y con razón, “Ahora tiene que asistir fielmente a la iglesia”. Tal vez él lo hace por un tiempo, pero después de un tiempo, vemos que tiene menos ganas de asistir. Nos preocupamos y le animamos diciendo que es su deber asistir. ¿No es lo que dice Hebreos 10:25? “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”. Bueno, él sigue congregándose pero con menos frecuencia. Esta es la historia de muchos creyentes nuevos. Decimos, “Tal vez él no fue sincero en su decisión de aceptar a Cristo”. Puede ser pero, a su vez, puede ser que estamos fallando en no ayudarle en ir adelante a la madurez.

¿Cuál es el secreto de aquel que se convierte y dentro de pocos meses está dedicando sus talentos y tiempo a promover la obra del Señor? Mientras tanto, hay otros que se convierten y pasan años viviendo una vida cristiana a media. El secreto es que uno fue adelante a la madurez y el otro quedó como un niño en su vida espiritual.

¿Qué es la madurez espiritual? La oración de Epafras explica bien lo que debe estar incluido en la madurez. Se encuentra en Colosenses 4:12. “Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere”. Firmes significa que tiene auto motivación. Es que él tiene algo de adentro que le mueve adelante. No hace falta que algunos estén siempre atrás motivándole y animándole. En vez de ser empujado, él llega a ser uno de los que empujan a los demás a llegar a la madurez. Este debe ser nuestro anhelo. Si tenemos que ser empujados es una indicación de que no hemos llegado a la madurez. “Perfecto” es una palabra Bíblica que muchas veces significa “la madurez”. La palabra “maduro” no aparece en la Biblia. Jamás llegaremos a la perfección en esta vida. Mateo 5:48 dice, “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Sí, Dios es perfecto, pero nosotros no vamos a llegar a ser como Dios.

Lo ideal es tener una iglesia llena de creyentes maduros. Hay dos tendencias en iglesias que impiden la producción de creyentes maduros. Una es la iglesia que pone gran énfasis en ganar almas. No está mal ganar almas. Es nuestro deber. Proverbios 11:30 dice “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio”. Pero, si la iglesia no se esfuerza a llevarles a la madurez, resultará que la iglesia estará llena de creyentes inmaduros. Será una iglesia llena de carnalidad. La otra tendencia es la de entregarse a la influencia carismática que pone énfasis en la entusiasmo emocional. En estas iglesias el crecimiento de la iglesia y fidelidad en asistir exige un alto nivel de emoción. Hay un peligro en esto porque la emoción es un estimulante. El mismo estimulante no sirve de continuo. Hay que ir cambiando el estimulante a algo cada vez más emocionante. Esto lleva a la gente a algo cada vez más raro y carnal. Esta iglesia también se caracteriza por la carnalidad. El testimonio de algunas cuantas iglesias ha sido destruido así y algunas han dejado de existir. Gracias a Dios, los líderes de algunas de estas iglesias se han dado cuenta del error y están esforzándose a devolver la iglesia al camino recto y bueno. No es que la iglesia tiene que ser aburrida. No será así si los líderes hacen un esfuerzo a llevar a todos a un nivel más alto de espiritualidad.

Otra ingrediente de la madurez según Colosenses 4:12 es el de estar completo en todo. Colosenses 2:10 habla de estar “completos en él” o sea en Cristo. Es cierto que hay gozo en la salvación pero no es un gozo que puede durar toda la vida. Con el tiempo va mermando. La satisfacción que resulta de la emoción depende en algo externo. El de estar completo en Cristo resulta de algo que brota de adentro. Juan capítulo 15 habla de la necesidad de permanecer en Cristo. El versículo 11 dice “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido”. Es lo que resulta de nuestro caminar diario con Cristo. II Pedro 1:3 dice “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”. Es una satisfacción que resulta de nuestra comunión diaria con Dios. Esto es a través de leer la Biblia y orar todos los días. Es la realidad de crecimiento, victoria sobre el pecado y el de ser útil en la obra de Dios.

Una iglesia llena de creyentes carnales es una caja de sorpresas. Cada tanto hay otro escándalo. Muchas veces hay peleas y un mal espíritu. Una gran parte del tiempo del pastor y los líderes están ocupados en solucionar problemas internos. Dios llama a los líderes al ministerio de llevar a los santos a la madurez. Efesios 4:11-12 dice “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. Una iglesia llena de creyentes maduros no únicamente será una iglesia eficaz en ganar almas sino también en llevar a los creyentes nuevos a la madurez. El plan de Dios es la reproducción como dijo Pablo a Timoteo en II Timoteo 2:2 “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.

Es posible llegar a la madurez. Si no, Dios no sería justo en mandarnos a ser maduros como dice Mateo 5:48. El de llegar a la madurez no significa que no queda más lugar para crecer. Siempre queda algo más por adelante. Colosenses 1:10 dice que debemos estar “creciendo en el conocimiento de Dios”. También I Corintios 15:58 dice “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. Para siempre vamos a ser una obra bajo construcción.

¿Dónde estás? ¿Ha llegado a la madurez? Si no, debe ser su anhelo. Es una gran satisfacción llegar al estado que expresa II Timoteo 2:21. “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”.

 

Un comentario sobre “Vamos adelante a la madurez”

  1. He leído este tema y me parece muy interesante y de mucho discernimiento y ayuda espiritual, es grandioso estudiar con la iglesia seriamente estos temas, se que con el compartimiento de lecciones así como esta, estaremos creciendo y entendiendo lo que DIOS quiere realmente
    Gracias y bendiciones

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