“Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; Y la mujer caza la preciosa alma del varón”. (Proverbios 6:26)
“Hacer acepción de personas no es bueno; Hasta por un bocado de pan prevaricará el hombre”. (Proverbios 28:21)

Un bocado de pan significa satisfacción pasajera. El autor de Proverbios usa la expresión dos veces en hablar de la tontería de hacer algo que resulta en un placer pasajero si después tiene que pagar caro. La primera vez que él usó la expresión él dice que la mujer ramera es capaz de reducir el valor de un hombre a un bocado de pan. Muchas veces un hombre ha quedado chantajeado por una mujer. El sigue pagando caro por su error. Otros han perdido su buen nombre, su trabajo y su matrimonio feliz. Algunos han perdido su salud por contagiarse con enfermedades venéreas. Aunque él está avergonzado y arrepentido, él sigue pagando.

En el capítulo 28 él usó de la expresión otra vez en decir que “por un bocado de pan prevaricará el hombre”. Prevaricar significa cometer una falta en el ejercicio de su deber. Muchas veces una invitación a ir por un viaje de pesca sirve para tentar a un hombre a faltar un día de trabajo. Tal vez miente también, diciendo a su patrón que estaba enfermo. Si su patrón se entera de lo que hizo, es posible que perdería su trabajo. ¿Qué es un día de pesca a comparación de un buen trabajo? Las mujeres también son culpables. Muchas están dispuestas a sacrificar su pureza y un futuro feliz por algunos momentos de placer carnal.

En la Biblia leemos ejemplos de hombres que vendieron su felicidad por “un bocado de pan”. Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas y pan. La primogenitura representaba su derecho a tener parte en los bienes materiales de su padre cuando muera. Él menospreció su primogenitura. Es lo que nosotros hacemos cuando cambiamos un bocado de pan por nuestro bienestar mañana.

El hijo pródigo es otro ejemplo bíblico. Él recibió su primogenitura pero lo malgastó sin pensar en el día de mañana. Él volvió a casa en vergüenza con las manos vacías. Es lo que pasa con los que venden barato su felicidad futura.

Eclesiastés 4:5 dice “El necio cruza sus manos y come su misma carne”. Él toma drogas, por ejemplo, y cierra sus ojos y dice a sí mismo, “ah, pero es una sensación tan linda”. Puede ser que tenga razón en cuanto a la sensación, pero él no toma en cuenta el precio terrible que pagará mañana. Es como el bocado de pan que da una satisfacción pasajera. Lo que se paga para poder experimentar la satisfacción no es nada en comparación a lo que paga como resultado de experimentar la satisfacción.

Es la misma mentalidad que mueve a tantos a “gozar de los deleites temporales del pecado”. (Hebreos 11:25) No es prudente el hombre que sale y roba un auto semi-nuevo. Por algunos pocos días él disfruta de la linda sensación de manejar un auto de lujo. Él escucha la música que sale del estéreo. Si hace calor él puede encender el aire acondicionado. ¡Qué linda imagen él tiene sentado en su auto último modelo! Todo está color de rosa hasta aquel día cuando la policía le para y él cae en la cárcel. Allá no hay aire acondicionado. Allá no hay estéreo. Allá él no tiene una linda imagen. Lo que él disfrutó por algunos pocos días no era nada más que un bocado de pan en comparación a los años que pasará en la cárcel pagando por su error.

Sea prudente. Es mil veces mejor negarse la satisfacción de un bocado de pan si tendrá que pagar con un futuro miserable. Por eso, la Biblia dice que está bien “dar la sidra al desfallecido”. (Proverbios 31:6) Él está en su lecho de muerto, él no tiene nada que perder (en aquella época la sidra servía como calmante). Pero usted, sí, tiene mucho que perder. No sacrifique un futuro dichoso por un bocado de pan.