¿Tiene su iglesia una constitución?

Una de las necesidades actuales de las iglesias bautistas es la de adoptar una constitución sencilla, o un reglamento interior que pueda indicar cuáles procedimientos deben seguirse al presentarse problemas. Un pastor que reconoce el valor de contar con una constitución y su reglamento interior, guió a su iglesia a adoptarla tan pronto como fue organizada. El testifica que al adoptar dicha constitución los miembros entendieron que podían resolver situaciones complejas refiriéndose a lo que ya habían acordado anteriormente. También descubrieron que el tener una constitución evitaba el tener discusiones graves y les ayudaba a resolver muchos problemas.

Definición y contenido

Antes de discutir las ventajas y las desventajas de adoptar una constitución y sus reglamentos, tal vez debiéramos definir ambos términos y declarar lo que cada uno incluye.

La constitución de una iglesia es un documento que contiene los principios básicos y las leyes por las cuales la iglesia se gobierna a sí misma. Un reglamento interior es un conjunto de reglas secundarias que ayudan a llevar a efecto dichos principios y leyes. Los reglamentos deben estar sujetos y en armonía con el contenido y el propósito de la constitución. En otras palabras, una constitución consiste de leyes verdaderas, y los reglamentos son acuerdos tomados por los miembros para que dichas leyes puedan cumplirse. Cuando una iglesia tiene personalidad jurídica, la constitución y los reglamentos deben estar en armonía con los aspectos legales de su personería.

Una iglesia puede funcionar en alguna de estas formas: adoptando una constitución y su reglamento interior; una constitución sin su reglamento interior; un reglamento interior sin una constitución; o como muchas iglesias lo están haciendo, sin constitución y sin reglamento interior.

Cuando se tiene una constitución sin reglamentos, en la misma constitución se incluyen algunas medidas para hacer funcionar la constitución. Cuando la iglesia adopta un reglamento interior, algunos principios básicos se incluyen en el mismo, aunque sea en parte. Para abarcar más puntos y para que haya más claridad, es preferible separarlos y que la iglesia funcione basándose en una constitución y su reglamento interior.

Una constitución generalmente contiene los siguientes puntos: nombre y dirección de la iglesia, estado legal, propósito, principios fundamentales para recibir a sus miembros, procesos de administración, oficiales, reuniones, sistema financiero, organizaciones, ordenanzas, licencia y ordenación de ministros, bases para cooperar con otras iglesias bautistas, y estipulaciones y enmiendas.

Un reglamento interior incluye asuntos como los siguientes: requisitos para admitir a los nuevos miembros y para la expulsión y la disciplina de los mismos: la manera como deben elegirse los oficiales generales de la iglesia, él período en que funcionarán, sus deberes, y los pasos que deban tomarse para llenar algún puesto vacante; las funciones principales de cada una de las organizaciones de la iglesia y las funciones y deberes de los dirigentes de dichas organizaciones; las comisiones de la iglesia y sus deberes; el concilio de la iglesia y sus responsabilidades y reuniones; asuntos relacionados con las finanzas de la iglesia, como la preparación del presupuesto, la campaña financiera para cubrir el presupuesto, métodos para hacer desembolsos, y la revisión de cuentas; el edificio y su equipo, su manutención y reparación, reglas en cuanto a su uso, su seguridad, y asuntos semejantes. Además, debe incluirse una estipulación que permita el hacer enmiendas al reglamento.

Ventajas al adoptar una constitución

Una constitución provee a los miembros de un documento escrito que les proporciona la información que necesitan en cuanto al gobierno de su iglesia. Es sorprendente que los bautistas tengan un conocimiento tan limitado en cuanto al gobierno de su iglesia. Una constitución bien preparada y presentada a la iglesia para su adopción y después distribuida entre todos los miembros, y cada miembro nuevo que se vaya uniendo a la iglesia, ayudará mucho para hacer desaparecer esta ignorancia. En relación con esto, un pastor dice:

«La adopción de una constitución nos sirvió de guía al reorganizar nuestra iglesia, y sigue educando a los miembros y manteniendo nuestra organización.»

Otra de las ventajas de adoptar una constitución es la preservación de la democracia al tratar los asuntos de una iglesia. En principio, una iglesia practica la democracia en la forma más pura; pero en la práctica los negocios de algunas congregaciones bautistas son tratados por una minoría. Cuando se adopta una constitución no puede haber usurpación de la autoridad, porque ya todos los miembros conocen la manera como deben tratarse los asuntos.

Una constitución provee a la iglesia procedimientos que pueden practicar en sus sesiones de negocios. Algunas veces la iglesia se encuentra sumergida en dificultades por no conocer los trámites que deben seguir. Puede haber confusión e inseguridad en cuanto a los pasos que deban darse. Una constitución bien entendida y propiamente usada evitará el tener estas dificultades, o bien, ayudará a resolverlas rápidamente.

En muchas ocasiones una constitución puede servir como un instrumento de paz. Puede evitar el mal entendimiento y los resentimientos entre los miembros, porque ayuda a resolver sus desacuerdos. Ya no es un asunto de la opinión de un miembro en contraposición con la opinión de otra, sino la opinión de toda la congregación que ha sido asentada en la constitución.

Una constitución representa la mejor opinión de los dirigentes y miembros cuando sus mentes están despejadas y con un mismo propósito; y esta opinión es más confiable que su manera de pensar cuando sus sentimientos están acalorados y el debate es muy violento.

Una constitución hace responsables a las personas que dieron su voto para adoptarla. Protege al moderador y lo libra de ser acusado de tener tendencias dictatoriales. Por otra parte, no puede culpársele de aquellas acuerdos que se tomaron para llevar a efecto los reglamentos de la constitución.

La responsabilidad de cada persona está definida en la constitución y no puede haber duplicación. Los deberes de cada uno están claramente descritos en los reglamentos y son muy importantes para que una iglesia demócrata funcione eficientemente.

Desventajas al adoptar una constitución

Los procedimientos democráticos pueden algunas veces ser lentos y fastidiosos. Esta es una desventaja para los dirigentes agresivos. Ellos pueden ver responsabilidades que quieren y están capacitados para asumir; pero la iglesia ya ha nombrado una comisión para asumir dicha responsabilidad. Sería más sencillo y más rápido ignorar la comisión y actuar inmediatamente, pero la constitución no lo permite.

El adoptar y acatar una constitución puede ser un estorbo para el pastor y aquellos dirigentes que persisten en hacer nuevas reglas para aquellos que gustan de «llevar la batuta».

Otra desventaja de adoptar una constitución es el peligro de llegar a ser demasiado legalistas. Si la observancia de las leyes adoptadas en la constitución es más importante que los fines espirituales que persigue una iglesia, entonces la constitución viene a ser un estorbo. Por ejemplo, si una iglesia tiene la mala fortuna de contar con un miembro demasiado celoso para guardar la ley y que en cada sesión de negocios grita: «¡La constitución dice así y así!» cuando se desea tomar un acuerdo que difiere ligeramente de la constitución, entonces dicha iglesia tal vez desee carecer de ella.

Cómo preparar y adoptar una constitución

Una iglesia que desea preparar y usar una constitución debiera conseguir copias de varias iglesias para usarlas como ejemplo. Por supuesto, lo que es deseable para una iglesia no tiene que serlo para otra; pero con adaptaciones, supresiones y adiciones, puede arreglarse un documento adecuado para su propia situación. Es deseable contar con la opinión de alguna persona que tenga alguna experiencia en la preparación y el uso de las constituciones. En algunos casos es recomendable pedir el consejo de fuentes legales.

Si se prepara y se adopta una constitución, debe ser distribuida entre todos los miembros y entregada a cada miembro nuevo que se una a la iglesia. Deben existir copias en la oficina de la iglesia y en la oficina del secretario de la iglesia.

Una constitución y su reglamento interior deben ser estudiados periódicamente y revisados y corregidos según sea necesario a medida que la iglesia vaya creciendo en tamaño y en necesidades. Si hay algunas afirmaciones vagas o ambiguas deben ser eliminadas o clarificadas. Debe conservarse al corriente. Muchas iglesias añaden un párrafo a su constitución o a sus reglamentos en que se asienta que cada año serán revisados.

Por lo menos una vez al año, en las sesiones de negocios y en las publicaciones de la iglesia, debe hacerse énfasis en que la constitución y los reglamentos son los instrumentos por medio de los cuales la iglesia se gobierna a sí misma. Este énfasis hecho periódicamente ayudará a preservar la democracia ideal que debe prevalecer en el gobierno de una iglesia.

El Promotor de la Educación Cristiana, 1960

Ejemplo de una constitución de una iglesia Bautista

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