Sembrando lo que conviene: La conversión al Evangelio de uno de los Sobresalientes Obreros entre los Jóvenes Nacionales en Venezuela y Colombia
La palabra del sembrador tiene para Alfonso Lloreda un significad o real hoy día. Parte de la semilla cayó junto al camino duro y pedregoso y otras cayeron sobre espinas. Alguien dirá: “¡Qué descuido!” Sin embargo, otras semillas también cayeron sobre buen terreno.
Hace dieciocho años que uno de aquellos sembradores “descuidados” con las manos llenas de la preciosa simiente del evangelio, estaba regándolas en la esquina de una de las calles de Barranquilla, Colombia; como sopló fuertemente el viento, parte de la semilla cayó en medio de algunos muchachos que jugaban pelota. El evangelista después de haber explicado un pasaje del Evangelio de San Mateo y cantado algunos himnos, repartió tratados entre el grupo, cerró su órgano portátil y se marchó.
La semilla creció sin que nadie se enterara. Seis años después don Alfonso hizo confesión pública de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo en una Iglesia Evangélica. El padre del joven fue teniente coronel en el ejército colombiano. Su madre falleció cuando contaba la tierna edad de dos años y fue criado por un tío en Barranquilla. Don Alfonso manifestó que cuando había dejado el juego de pelota para escuchar al Revdo. Mayorga explicar el camino de salvación aquel mismo día fue convertido. Aunque no podía asistir a una iglesia evangélica por espacio de dos años hasta cuando su padre falleció, se mantuvo en íntimo contacto con sus amistades evangélicas. Tuvo el anhelo de una educación más amplia. Sus familiares le dijeron que si abandonaba su nueva fe, recibiría la oportunidad de conseguir una preparación secundaria y universitaria. Alfonso rehusó la oferta. Trabajó en una farmacia, en un taller de pintura y en una oficina telegráfica hasta la edad de 17 años. Al encomendar su camino al Señor, muchas cosas fueron añadidas a su vida, El le abrió las puertas y le mostró el camino para alcanzar una educación amplia, liberal y cristiana.
Hace más de dos años el Sr. Lloreda ha terminado estudios avanzados en el seminario teológico de la universidad de Princeton en los Estados Unidos de América, y regresó a Colombia para asumir sus responsabilidades en la viña del Señor.
El mencionado Revdo. Lloreda fue llamado a la Misión Presbiteriana en Venezuela para dirigir el “Movimiento de Nueva Vida”. Veinte mil Porciones de evangelios de Juan han sido compradas para el uso de aquel movimiento en el Distrito Federal y el Estado de Miranda en la Republica de Venezuela.
La Biblia en América Latina. Abril-junio 1951, p. 311