Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Heb. 4:9
¡Qué dulce la música de esta primera campanada celestial flotando sobre las aguas de la muerte desde las torres de la nueva Jerusalén!
Peregrino, que desfalleces bajo …
Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Heb. 4:9
¡Qué dulce la música de esta primera campanada celestial flotando sobre las aguas de la muerte desde las torres de la nueva Jerusalén!
Peregrino, que desfalleces bajo …