Recién me di cuenta de que muchos se desaniman y abandonan a la iglesia porque no tienen las razones debidas por asistir.  Si su razón por asistir a la iglesia es para adquirir más prestigio o por avaricia, es muy probable que no permanecerán fiel a la iglesia por mucho tiempo.

Las razones más nobles por asistir a la iglesia son las siguientes:

1.  Para adorar a Dios.

En la iglesia adoramos juntos a Dios.  Salmo 122:1 dice “Yo me alegré con los que me decían; a la casa de Jehová iremos”.  Debe ser una alegría ir a la casa de Dios.  Vamos allá para adorar a Dios.  Salmo 5:7 dice “Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; adoraré hacia tu santo templo en tu temor”.   El Salmo 29:2 dice que adoramos a él en la hermosura de la santidad.  Dios es digno de ser alabado.  Apocalipsis 15:4 dice “¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre?  Pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado”.

2.  Asistimos a la iglesia para aprender más de Dios.

Miqueas 4:2 dice “Vendrán muchas naciones, y dirán; venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová”.  El que ama a Dios quiere conocerle más y mejor.  Debe ser nuestro anhelo ser enseñado por Dios.  Salmo 27:11 dice “Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos”.  Dios quiere enseñarnos.  En los Salmos 25:8 y 12 leemos “Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.  ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?  Él le enseñará el camino que ha de escoger”.  Hay prosperidad por andar en el camino de Dios. El Salmo 1:2-3 dice “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.  Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”.

3.  Para encontrar una manera de servir a Dios.

Servimos a Dios por servir en la iglesia.  Cada creyente debe tener un ministerio.  En la iglesia se puede encontrar un ministerio.  Puede ser que su ministerio será fuera de la iglesia, pero debe contribuir a la iglesia.  Salmo 100:1-5 dice “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.  Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo.  Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.  Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.  Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”.

4.  Otra razón por asistir a la iglesia es para tener comunión con otros creyentes.

Allí podemos gozarnos con los que se gozan y llorar con los que lloran (Romanos 12:15). Nos hace falta el uno al otro.  Muy a menudo los creyentes se enfrían espiritualmente si no están en comunión con otros creyentes.  I Juan 1:3 dice “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”.  La iglesia es el lugar mejor para formar relaciones sociales.  El ser humano necesita relaciones sociales.  En la iglesia pasamos tiempo con nuestros amigos.  Juntos paseamos y celebramos juntos nuestros cumpleaños.  Allí encontramos consejo, consuelo y ánimo.  Esto no debe ser la razón principal por asistir a la iglesia.  Es una razón legítima, pero no debe ser la razón principal.

5.   Otra razón para asistir fielmente a la iglesia es porque su convicción es que creyentes deben hacerlo.

Una convicción es una creencia firme.  Hay muchos creyentes que se sienten culpables si fallan en asistir a la iglesia. Por alguna razón, poco después de aceptar a Cristo como mi Salvador, llegué a tener la convicción de que yo debo asistir fielmente a la iglesia.  Un amigo mío pasaba cada domingo para llevarme a la iglesia.  Un domingo yo sabía que él no iba a buscarme.  Temprano por la mañana me desperté y salí caminando a la iglesia.  Hizo frío y debe ser que eran 5 kilómetros o más que tenía que caminar.  Aquella mañana, en la iglesia, un hombre se dio cuenta de que yo había venido caminando.  Él me llevó a mi casa después.

La iglesia tiene una función muy importante para los creyentes y para la sociedad.  En lugares donde no hay una iglesia activa la gente tiende a declinar al paganismo y la inmoralidad.  El asistir fielmente a la iglesia es para nuestro bien, para la gloria de Dios y por el bien de su comunidad.