Muchas veces los jóvenes no entienden porque sus padres ponen límites a su libertad. Hay cosas que ellos quieren hacer pero sus padres dicen, “No, está mal”. Los jóvenes dicen, “Pero—¿Qué hay de mal en esto”?

Primero, joven, quiero asegurarte que más probable no haya nadie que te ame más que tus padres. Es natural que ellos van a pensar en tu bienestar. No hay nadie en este mundo que ha invertido más en tu vida que tus padres. Si ellos te ponen límites no es para detener tu felicidad. Recuerda que ellos tienen más experiencia en la vida y han observado el triste resultado de dar a los jóvenes rienda libre para hacer todo lo que quieren hacer. Ellos quieren que tu tengas un futuro glorioso.

1. Todo lo que es placentero no es provechoso. Dios, en su sabiduría, nos hizo con un cuerpo maravilloso. Es un cuerpo con sentidos de dolor y placer. No cuesta mucho aprender que no es prudente hacer lo que resulta en dolor, pero no es así con el placer. La Biblia nos enseña a huir de las pasiones juveniles (II Timoteo 2:22).

2. Cada joven debe considerar su cuerpo como algo sagrado. Lo sagrado significa algo puesto aparte por un propósito especial. Debes saber mantener tu cuerpo limpio. Esto manifiesta que, para ti, tu cuerpo no es algo común y corriente. Debes seleccionar tu ropa con el fin de dar a tu cuerpo el mejor aspecto. Por supuesto, no hace falta que seas vanidoso o lujoso. Es lamentable que la atracción sexual o la comodidad es el pensamiento prominente en la mente de muchas jóvenes por la selección de su ropa.

3. Si tu cuerpo es sagrado, no vas a permitir que seas manoseado. Estás puesto aparte con la esperanza de que, en el día de tu boda, serás presentado a tu compañero/a de la vida como algo puro, reservado exclusivamente para él o ella.

4. Muchos jóvenes fracasan en realizar la potencial máxima de su vida por causa de la impureza. Es triste ver las chicas encintas cuando apenas han entrado en la juventud. Esto quiere decir una de dos cosas. Si ella toma la responsabilidad debida, tendrá que dedicar su tiempo a ser una madre. Esto le impide de seguir estudiando y preparándose para un oficio que puede ser provechoso para ella y los demás. La otra posibilidad es que ella será negligente en dar a su criatura la atención maternal que cada niño merece. Si el muchacho responsable por la chica siendo encinta toma su debida responsabilidad, él también tendrá que dejar de estudiar para trabajar y proveer para su esposa e hijo. El también estará impedido de realizar su potencial máxima. A su vez, los dos pierden la felicidad de disfrutar de los días de la juventud.

Por eso el Apóstol Pablo dijo a Timoteo, “consérvate puro” (I Timoteo 5:22).

5. En I Corintios 6:12 el Apóstol Pablo dice “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas me convienen. Todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. Lo que él quiso decir por “cosas lícitas” son cosas que son permitidas por la ley del país. El hecho de que no hay ley en contra de algo no quiere decir que me conviene hacerlo. Al principio decimos “no todo lo placentero es provechoso”. Muchos son dominados por vicios. Tal vez encuentras placer en hacer algo pero, si no te conviene, vendrá el día cuando te dirás, “¡qué tonto fui en hacer esto!”

6. Junto con los deberes de la vida debemos tener algo de diversión. Para cada joven hay una abundancia de placer dentro de los confines de lo que es lícito y aprobado por Dios. La vida no consiste únicamente en satisfacer los deseos carnales.

Conclusión

Sea prudente, joven. Consérvate puro. No sacrifiques un futuro feliz por algunos minutos de placer. Si es un placer legítimo habrá una ocasión en la vida cuando puedes satisfacerlo sin comprometerte.