La noche más memorables para el mundo se estremeció con las palabras del ángel a los pastores: «He aquí os doy nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor».
Nunca el mundo ha recibido nuevas que sean motivo para un más grande regocijo. El corazón de los pastores debió haberse convertido de pronto en un salmo jubiloso y todo su ser debió haber vibrado con una felicidad desconocida hasta entonces.
Ninguna noticia proveniente de los hombres es capaz de producir tales transportes de alegría, y de alegría auténtica. Las noticias humanas, por grandes y trascendentales que parezcan no tienen ni el alcance ni las proyecciones que tuvo desde entonces la GRAN NOTICIA, las nuevas da gran gozo, para decirlo, con las mismas palabras del ángel del Señor.
Y es que las nuevas de gran gozo son el mensaje redentor de Dios; no contienen una simple promesa, sino son el anuncio de la realidad más grande de los siglos: El Verbo de Dios haciéndose carne en la pobreza y desnudez de un pesebre en una oscura aldea judía llamada Belén.
Las nuevas de gran gozo son el nacimiento de la esperanza para el hombre perdido en las tinieblas del pecado. Significan la realidad de su liberación. «Os ha nacido un Salvador»… Ningún hombre perdido que esté buscando desesperadamente cómo escapar de la esclavitud del pecado, dejará de sentir que le nace en el alma una aurora de esperanza y que se le desborda todo el ser de alegría ante un anuncio como éste, único en su género, único en sus efectos, único en sus proyecciones, único en su magnitud.
Los pastores a quienes dio el ángel las nuevas de gran gozo representaban en aquella hora a toda la humanidad. Las nuevas cíe gran gozo “serán para todo el pueblo»; serán para todos los hombres, porque Cristo el Señor nació en un pesebre para rescatar al mundo. «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él crea no se pierda, mas tenga vida eterna».
El Evangelio de Cristo se ha convertido desde entonces en buenas nuevas, en nuevas de gran gozo. Todavía hay muchos hombres y mujeres en el mundo que no se han enterado de estas nuevas de gran gozo a pesar de haber transcurrido tantos años desde que el ángel del Señor las pronunciara, por lo que urge que todos los cristianos seamos portadores de las buenas nuevas, porque los hombres siguen urgidos de Cristo el Señor como el Salvador, y Cristo seguirá siendo siempre motivo de nuevas de gran gozo.
–La Biblia en México
La alegría es un sentimiento natural, surge por la comodidad de las circunstancias. En cambio el gozo, no es natural, no depende de las circunstancias, el gozo nace del corazón de Dios. El gozo procede de Dios y se instala en el corazón del hombre y la mujer, que se arrepiente de su mal camino y le entrega su vida a Dios, permitiéndose que ÉL tome el control de su vida.
El gozo brota del corazón del creyente que hace la voluntad de Dios, cada vez que el Hijo de Dios hace lo que le agrada, el gozo de Dios se torna a él. Bendiciones.
Un contenido hermoso. Tengo una duda y perdonen mi ignorancia. ¿De qué país es Francisco Estrello?
Nació en Matehuala, San Luis Potosí, en la república mexicana en los primeros años del siglo XX. Se educó en una escuela de los Amigos allí mismo, pastoreó varias iglesias antes de ser secretario adjunto de la sociedad bíblica en México en 1955 y luego formar parte del comité de revisión de la Reina Valera 60
A Dios sea la Gloria!