Otra de las bienaventuranzas de Mateo capítulo cinco se trata de los de limpio corazón. ¿Quiénes son los de limpio corazón? Son los que están afligidos por la impureza de su corazón. La única manera de tener un corazón limpio es en darse cuenta que su corazón no es puro y estar afligido a tal punto que está dispuesto a hacer lo necesario para que esté puro.

Para aclarar lo que es tener un corazón limpio vamos a considerar primero el significado del corazón. El corazón es la sede central de la personalidad. Es lo que determina nuestra manera de ser. Es lo que influye nuestros pensamientos. Proverbios 23:7 dice “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Proverbios 4:23 nos exhorta a “guardar tu corazón porque; de él mana la vida”.

Cuando hablamos del corazón, no estamos hablando de la cabeza. No se trata de su nivel de inteligencia ni de su intelecto. El hecho de limpiar el corazón no es un asunto de educación. Es posible tener un buen conocimiento bíblico y, a su vez, tener un corazón corrupto.

La Biblia tiene mucho que decir sobre el corazón. Bíblicamente el corazón es el centro de las emociones, el intelecto y la voluntad. Por eso es de tanta importancia. Es como dice Proverbios 4:23. Es la manantial de la vida. Siendo que el corazón tiene tanta influencia sobre nosotros, es de suma importancia que esté puro. Un corazón impuro puede causar un sin fin de problemas. En Mateo 5:19-20 Jesús dijo, “Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, la blasfemias; estas cosas son las que contaminan al hombre”.

Una equivocación común entre los hombres es el de pensar que el crimen y mal comportamiento resulta del ambiente del hombre. Piensan que si el hombree está rodeado por gente buena y si tiene una abundancia de bienes materiales el jamás hará lo que sería dañino. Esto es mirar por alto el hecho de que Adán y Eva pecaron en el paraíso de Edén. Puede ser que el ambiente puede aumentar o disminuir los problemas, pero básicamente vienen del corazón. Por eso, debemos esforzarnos en tener un corazón limpio.

Ahora vamos a considerar la palabra puro o limpio como dice en Mateo 5:8. Pureza significa lo que está libre de impureza. Cuando compramos sal queremos que sea sal puro y no una mezcla de sal y granos de arena. No queremos que la leche esté mezclada con agua. Cuando compramos medicamentos no queremos que estén contaminados con gérmenes.

La mente de Dios en salvar a los hombres es el de llevarlos de tener un corazón corrompido a tener un corazón puro. Es la obra que Dios quiere llevar a la perfección en la vida de cada uno de nosotros.

Cuando hablamos de un corazón puro, pensamos de un corazón sin hipocresía. La pureza viene a través de la limpieza. Salmo 119:9 dice; “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra”. Es por entregarse a Dios y dejarle obrar en nuestro corazón. Salmo 139:23 dice; “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos”.

La promesa es que los de limpio corazón verán a Dios. Salmo 24:3-4 dice; “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón”. Es a través de los méritos de Cristo que tendremos el privilegio de ver a Dios. Él limpia nuestro corazón por su sangre en el momento de la salvación. Si no ha aceptado a Cristo como su Salvador, no tiene ninguna razón por pensar que verá a Dios.