Intro.
Antes del sacrificio de Cristo, la purificación o sea el perdón de pecados no era tan simple como es para nosotros. Ellos tenían varios ritos y sacrificios que tenían que cumplir. Entre ellos era el sacrificio de la vaca colorada. Para los judíos, el sacrificio de la vaca colorada era una manera de limpiarse de sus pecados. En Cristo, nosotros tenemos una manera mejor de limpiarnos de nuestros pecados. La vaca colorada era un tipo de Cristo. Un tipo quiere decir algo en el Antiguo Testamento que ilustra algo en el Nuevo Testamento.
Prop. Usted debe ser limpio de sus pecados.
I. La vaca ilustra a Cristo en su muerte.
A. Una novilla.
1) De 3 años.
2) En la edad veril.
3) Cristo tenía 33 años que, para un hombre, es su edad de mejor fuerza.
B. Sacrificado fuera del campamento. v. 3
1) Por causa de su identificación con el pecado.
2) Llevaba la condenación del pecado y no merecía morir dentro del campamento.
3) Cristo también murió fuera de la ciudad. Heb. 13:12-13
C. Murió en inocencia.
1) No era una vaca mala.
2) Al contrario, probable era entre las mejores vacas que tenían.
3) Cristo también murió en inocencia. Hechos 8:32
II. La vaca ilustra a Cristo por su sangre.
A. Una vaca colorada. Tipo de sangre. Isa. 63:1-3
B. Sangre derramada por un sacrificio.
1) El sacerdote tenía que rociar la sangre hacia el tabernáculo 7 veces. v. 7
2) Aún más, la sangre de Cristo nos santifica. Heb. 9:13-14
3) Rociado 7 veces.
a) El número 7 es el número de la perfección.
b) Cristo nos ofrece una perfección perfecta.
III. La vaca ilustra a Cristo en que tenía una eficacia perpetua.
A. Guardaron sus cenizas para el futuro.
1) Tenían que guardarlas fuera del campamento en un lugar limpio.
2) Pudieron usarlas para limpiar el inmundo.
3) Tenían que mezclarlas con agua.
B. El sacrificio de Cristo tiene una eficacia perpetua.
1) Heb. 10:10-14 «Una vez para siempre».
2) No podemos volver a sacrificar a Cristo.
Concl.
No ofrecemos toros y cabras y vacas coloradas porque tenemos un sacrificio mejor en Jesucristo. ¿Tiene usted perdón por sus pecados? La sangre de Jesucristo no pude limpiarle sin confesar sus pecados. I Juan 1:9