La mejor inversión de nuestra vida

Mateo 6:19-20

Todo el mundo está haciendo inversiones con sus vidas. Todo el mundo está confiando en algo en ésta vida. Toda su vida está centrada y ocupada en lograr y obtener ciertas cosas. ¿Cuál es nuestro propósito de estar aquí en éste mundo? ¿En qué estamos invirtiendo nuestras vidas?

Algunos están confiando que por ser fieles en su trabajo, creen que eventualmente recibirán una gran recompensa por su lealtad. Así es como trabajan muchas compañías y así tienen a sus trabajadores en expectación de recibir un aumento de salario o alguna otra recompensa económica.

Otros viven sus vidas como que no hay otra cosa más que la diversión. Lo único que quieren hacer es divertirse. Hay tiempo para todo en ésta vida. Hay tiempo para divertirse, pero no toda la vida es como una montaña rusa. Algunos solo están interesados en lo que les conviene a ellos. Son personas que solo buscan su propia comodidad. Son personas que no les interesan lo que pasa con otros, porque son personas completamente egoístas.

Algunos están invirtiendo todo lo que tienen y confían totalmente en sus hijos. Quieren que sus hijos tengan una mejor vida que la que ellos tuvieron. Por lo tanto invierten todo lo que tienen en ellos. Pero además, esperan que sus hijos ayuden a sus padres económicamente cuando logran tener un buen trabajo algún día. Su bienestar en el futuro tiene que ver completamente con sus hijos. Para muchos, lo único que importa en esta vida es el dinero y la fama.

Hay otros que están confiando en sus buenas obras para poder llegar al cielo. Creen que por ser una «buena persona», por serbautizado, por ser miembro de y asistir a cierta iglesia, o por dar dinero a los pobres llegarán al cielo. Están confiando en sus buenas obras para tratar de entrar en el reino de los cielos. Pero la Biblia dice que: «No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno».  (Romanos 3:12).

Hay dos problemas principales cuando nosotros confiamos en las cosas que son terrenales. El primero es que casi todo lo que hay en ésta tierra es temporal. Casi no hay nada que dura para siempre en éste mundo. Hasta nuestra vida terrenal es temporal. Algunos tienen 10 años, otros 30 años, otros 50 años, otros 70 años, y hasta algunos tal vez 100 años de vida terrenal. Pero nadie vive aquí en esta tierra para siempre.

En segundo lugar no es muy sabio invertir en las cosas temporales porque como son temporales, de repente desaparecen. Dios nos dice que no debemos invertir solamente en las cosas temporales. Hay que buscar algo que no es temporal, algo que es permanente, e invertir en él, ¿no creen? Hay que ser sabio e invertir en algo que no puede terminar en bancarrota.

Por lo tanto, nuestro Señor y Salvador Jesucristo nos exhorta a invertir nuestras vidas en las cosas eternas, no tanto en las temporales. Él quiere que hagamos tesoros en el cielo. Hay que hacer inversiones en el banco celestial.

Para ustedes que tienen cuentas bancarias, ¿buscan un banco que tiene la fuerza económica para permanecer o un banco débil que puede quebrarse en cualquier momento? Dios dice que las inversiones que hacemos en su banco están bien seguras y sumamente protegidas. El banco del cielo nunca terminará en bancarrota.

En Su sermón del Monte en el libro de Mateo, el Señor Jesucristo dijo: «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. (Mateo 6:19-20).

Quiero que noten que no dice que no debemos hacer tesoros. Solo dice que no debemos hacer tesoros en la tierra. Porque los tesoros en la tierra eventualmente se echan a perder y pueden ser robados, porque son temporales. Dice que el sabio no hace tesoros aquí en la tierra sino en el cielo.

En el cielo no tenemos que preocuparnos de la polilla, ni el orín, ni los ladrones. La enseñanza de estos versículos es que nunca debemos confiar en algo que puede ser destruido, oxidado, o robado. No debemos invertir nuestro tiempo, nuestro dinero, nuestra energía, nuestra vida en las cosas temporales de esta tierra. Cuando hacemos tesoros en el cielo, es la mejor inversión de nuestra vida.

Ahora la pregunta es: ¿Cómo lo hacemos? ¿Cómo podemos hacer un tesoro en el cielo? Todos hemos escuchado y sabemos que no podemos llevar con nosotros al morir las cosas de este mundo. Al morir uno se va, pero su cuerpo y todos sus bienes materiales se quedan. Nunca he visto a una carroza jalando un remolque. No podemos llevar las cosas que son de este mundo con nosotros.

Pero durante nuestro tiempo terrenal, podemos acumular tesoros en el cielo. ¿Cómo lo hacemos? Por medio de nuestras acciones y actitudes. Por medio de invertir en las cosas que son eternas, no en las temporales. Solo hay dos cosas eternas en este mundo: La Palabra de Dios y las almas de los seres humanos. Por lo tanto debemos invertir nuestras vidas en las personas. Debemos hacer todo lo posible para que más personas entren en el reino de los cielos.

Así es la obra misionera. Cuando hablamos de misiones estamos hablando de establecer más iglesias en el mundo. Son lugares donde se predica la Palabra de Dios. Y son lugares donde evangelizamos, ganamos más almas para Cristo y luego discipulamos a aquellos nuevos cristianos en el camino del Señor.

El tiempo de dar e invertir no es cuando estamos en el cielo, sino ahora desde la tierra. Dios quiere que ayudemos a otros seres humanos. Somos personas muy bendecidas. Y Dios no nos bendice solamente para que disfrutemos nosotros Sus bendiciones.

Quiere que compartamos esas bendiciones con otros. Dios nos bendice para que nosotros bendigamos a otros. Cuando ayudamos a otros seres humanos estamos haciendo tesoros en el cielo. No hay mejor bendición que hemos recibido de Dios que la de tener nuestros pecados perdonados. Y no hay mejor bendición que podemos compartir con otros que las buenas nuevas de salvación. Es la mejor inversión de nuestra vida.

Nuestro Dios siempre quiere Sus bendiciones en circulación. No son cosas que debemos esconder o acumular solamente para nuestro beneficio. Las bendiciones de Dios son para el beneficio de todos. Él nos bendice a nosotros para que seamos una bendición a otros. ¿Así es nuestra vida? ¿Es una bendición para otros? Es lo que nuestro Dios quiere y espera de nosotros. Es cuando somos una bendición para otros y ayudamos a otros que estamos haciendo tesoros en el cielo.

Yo quiero analizar con ustedes una manera de hacer tesoros en el cielo. Mucha gente no planea para el futuro. Solo vive para el hoy. Pero la Biblia nos dice que la gente sabia planea para el futuro también. ¿Quieren ser personas sabias? Entonces tienen que hacer tesoros en el cielo.

Solo quiero aclarar que nadie es salvo por hacer buenas obras. La Palabra de Dios claramente enseña que somos salvos por gracia, por medio de la fe. Es un regalo que Dios nos da cuando confiamos completamente en su Hijo Jesucristo y le recibimos como nuestro Salvador personal. Nadie será salvo por las buenas obras. Pero, somos salvos para hacer buenas obras, ¿ven la diferencia?

Muy bien, ¿cómo podemos hacer tesoros en el cielo? Vamos a ver una manera práctica de hacerlos. Es algo que todos podemos y debemos hacer. ¿Qué es?

HAY QUE CUIDAR A LOS QUE ESTÁN SUFRIENDO

Nuestro Señor Jesucristo ilustró este punto en Lucas 14:12-14 «Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos».

No está diciendo que no debemos invitar a nuestros amigos y familiares a comer. No hay nada malo en hacerlo. Si me quieren invitar a comer en su casa, estoy más que dispuesto. Pero está diciendo que si queremos hacer un tesoro en el cielo, debemos ayudar a los que no pueden devolver el favor. A los que están sufriendo.

Cuando ayudamos a personas que no pueden recompensarnos, Dios se encarga de hacerlo. Así es como hacemos tesoros en el cielo. Los seres humanos tenemos varias necesidades en esta vida. Hay varias maneras de sufrimiento. Hay sufrimiento económico, sufrimiento físico, sufrimiento emocional, y sufrimiento espiritual.

Es importante ayudar a las personas que están sufriendo cuando está dentro de nuestras posibilidades. Porque no puedo ayudar a todos, no es posible para mi ayudar a todos, pero puedo ayudar a alguien. Este libro, la Biblia, que es la Palabra de Dios, nos dice que debemos ayudar específicamente a cinco diferentes grupos de personas.

Hay miles de versículos en la Biblia que hablan de estos grupos que nosotros debemos cuidar si queremos hacer tesoros en el cielo. Dios dice que debemos tener cuidado de ellos. ¿Cuáles son los cinco grupos?

1. Los pobres y los que tienen hambre.

Isaías 58:7 dice, «¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?» Y hay cientos de otros versículos que nos dicen lo mismo.

Cuando Pablo estuvo ante los apóstoles en la ciudad de Jerusalén para explicar lo que Dios estaba haciendo con los gentiles por medio de su ministerio, Pablo dice que lo único que le dijeron fue, «Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer». (Gálatas 2:10). Todos los cristianos debemos ayudar a los pobres, y ayudar a los pobres no necesariamente es darles dinero.

2. Los huérfanos y las viudas.

¿Qué tanto pensamos en y cuidamos a los huérfanos y a las viudas? Yo diría que la mayoría de nosotros casi nunca pensamos en ellos. Pero Santiago 1:27 dice, «La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo». Algo que quiero hacer en este año es comenzar un orfanatorio en la Ciudad de México.

3. Los encarcelados.

Mucha gente tiene la actitud que los que están en los reclusorios están allí porque merecen estar allí. Es cierto. Usted tiene razón. Pero Dios nos dice, más bien nos ordena a visitar a los prisioneros. Hebreos 13:3 dice, «Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo».

4. Los extranjeros.

A ellos también Dios nos dice que debemos cuidarlos. Significa que la gente que vive alrededor de nosotros que habla diferentes idiomas que el español y tienen diferentes costumbres y culturas, debemos cuidar y tratar bien a ellos también.

Deuteronomio 10:19 dice, «Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto». Mucha gente menosprecia a los extranjeros, pero Dios dice que los debemos amar y está observando nuestro trato con los extranjeros.

5. Los enfermos y afligidos.

Una persona afligida es una persona que está sufriendo un dolor muy fuerte. Normalmente se refiere a una persona con una enfermedad muy severa. En la Biblia eran los leprosos. En nuestro día serían los que tienen sida o cáncer.

Ezequiel 34:4 dice, «No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia».

¿En qué estamos invirtiendo nuestras vidas? ¿En cosas que solo dan beneficio para nosotros aquí en la tierra? O, ¿estamos haciendo tesoros en el cielo por medio de ayudar uno o más de los cinco grupos que acabo de mencionar? Nuevamente nuestro texto dice, «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan». (Mateo 6:19-20).

Es importante ayudar a las personas que tienen necesidades físicas. Pero la mejor ayuda que podemos dar a una persona es espiritual. ¿Qué da más beneficio para un ser humano: 25 tacos al pastor o la vida eterna en el cielo con Dios? Creo que la respuesta correcta es obvia.

Es por eso que pedimos a todos los miembros de nuestras iglesias de dar ofrendas al programa de misiones. Nosotros queremos presentar las buenas nuevas de Jesucristo en una manera clara y fácil de entender en todo el mundo. Queremos que otros tengan la misma oportunidad que tuvimos nosotros de ser salvos, de tener sus pecados perdonados, y de tener un lugar esperándolos en el cielo.

Es importantísimo sostener a los misioneros. Es otra manera de hacer tesoros en el cielo. Cuando uno da para la obra misionera, está siendo una persona amorosa y no egoísta. Los que no dan a la obra misionera son las personas egoístas. Nuestro Señor Jesucristo nos dice que debemos hacer tesoros en el cielo. Y una buena manera es por medio del programa de misiones de nuestras iglesias. ¿Quieren tener tesoros en el cielo? Ayude a los misioneros para que prediquen la Palabra de Dios. El mejor consejo que puedo dar a otro cristiano es que participe en el programa de misiones de su iglesia.

Algunos piensan que estamos tratando de hacer demasiado en cuanto a la obra misionera. Yo pienso que debemos hacer mucho más de lo que estamos haciendo. Yo no estoy satisfecho con lo que hemos hecho y con lo que estamos haciendo. Creo que podemos hacer mucho más para nuestro Dios aquí en el D.F., en la república Mexicana, y en el extranjero.

Nosotros nunca debemos tratar de detener lo que Dios quiere hacer en este mundo. Él no quiere que ninguno perezca. Él quiere que todos sean salvos. Por lo tanto debemos seguir iniciando nuevas misiones, nuevas iglesias en todo el mundo. Nunca quiero estorbar lo que Dios está haciendo y lo que quiere hacer durante nuestro tiempo terrenal.

Pensemos en esto, los verdadero cristianos, ¿dónde pasaremos más tiempo, aquí en la tierra o allá en el cielo con Dios? ¿No creen que debemos hacer más y mayores tesoros donde vamos a pasar más tiempo? Vamos a hacer caso a lo que nos dice Jesucristo. Vamos a hacer tesoros en el cielo, no aquí en la tierra. ¿Me explico?

Tribuna Bautista Bíblica

3 comentarios sobre “La mejor inversión de nuestra vida”

  1. excelente, pero me gustaría que hiciera un tema de cómo invertir en nuestros hijos, ya que si se invierte en la escuela y otras seculares, pero las para la cosas de Dios , no quieren invertir no quieren pagar matrícula todo debe ser gratis y con citas bíblicas. Dios les bendiga este tema es de mucha bendición

    1. Me parece muy sabia esta enseñanza, no hay mejor inversión que esta, doy gracias a Dios por haber enviado respuesta tan pronto a una petición que una misión cristiana nos esta pidiendo, oro a Dios por sus vidas bendiciones !!

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