Si una asamblea local va a ser un reflejo exacto de la iglesia de Dios, tiene que testificar de una verdad importante, es a saber, que la iglesia de Dios es santa. ¿Cómo puede exhibir esto en una manera práctica? En primer lugar, puede hacerlo por medio de las vidas piadosas de los que están en ella. Dios desea nuestra santificación, I Tes. 4:3 dice así: “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación.” El Señor no busca únicamente un pueblo que sea correcto en las cosas externas de su vida eclesiástica, sino uno cuya vida entera sea un testimonio de la verdad. Pero cuando el pecado afecta la paz en una asamblea, o el testimonio ante los vecinos, se debe actuar de inmediato; “Porque es tiempo que el juicio comience por la casa de Dios” (I Pedro 4:17).

1. ¿Qué es la disciplina en la iglesia local?

La disciplina es aquella forma de sanción que la iglesia ejerce contra los miembros que no andan conforme a sus reglamentos basados en la Palabra de Dios (I Corintios 5:11, 12).

2. ¿Cuáles son las ofensas que a veces se presentan en la iglesia?

a. Ofensas personales – las que surgen entre los individuos
b. Ofensas públicas – las que traen reproche y deshonra sobre la iglesia

3. Según el Señor, ¿cuál es la manera correcta de arreglar las ofensas personales? (Mateo 18:15-17)

a. Arreglo entre los ofendidos, estando solos. Cuando un hermano peca contra otro, debe ser reprendido en lo privado. Si no presta atención, una o dos personas más deben hablarle.
b. Arreglo ante dos otros testigos si fuera necesario. Si no escucha este testimonio colectivo, debe ser presentado ante la iglesia.
c. Arreglo ante la iglesia si fuera necesario. Si aún esto no da resultado, debe considerársele gentil y publicano (Mateo 18:15- 17).

4. ¿Cuáles son algunas de las ofensas públicas más comunes?

a. Doctrinas falsas (Gálatas 1:9)
b. Contiendas y divisiones (Romanos 16:17)

El hereje causante de divisiones debe ser desechado tras una y otra amonestación (Tito 3:10).

c. Desacatar al reglamento de la iglesia (Mateo 18:17).
d. Conducta desordenada (II Tes. 3:6).
e. Conducta inmoral (I Corintios 5:11).
f. Pleitos entre hermanos (I Corintios 6:6).

5. ¿Cuál es la disciplina más severa aplicada a la persona?

La disciplina más severa es la excomunión de la iglesia (I Corintios 5:11-13). Esta se reserva para el fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón.

6. ¿Qué propósito tiene la disciplina?

a. Que el disciplinado se arrepienta y sea restaurado a la comunión de la iglesia (II Cor. 2:5-11; Hebreos 12:11).
b. Descubrir y expulsar de la comunión a los que profesan ser cristianos pero no son regenerados, tales como los descritos en I Juan 2:19.

7. ¿Qué otro aspecto merece cuidadosa consideración en la manera en que se lleva a cabo la disciplina?

a. Debe hacerse con el espíritu de mansedumbre, considerándose a uno mismo, para que no sea también tentado (Gál. 6:1).
b. Debe ser absolutamente imparcial. Por ejemplo, si el que ha hecho mal tiene vínculo familiar con nosotros, esto no debe afectar nuestra decisión. No debe haber acepción de personas (Deut. 1:17; Santiago 2:1).
c. El caso de excomunión debe ser acción de la iglesia y no de una persona (II Cor. 2:6).

Aunque le parezca difícil a la iglesia pasar por este procedimiento, Cristo le ha dado estos versículos de Mateo 18:18-20. Cristo está con la iglesia; Él lo prometió (v. 20). Muchas iglesias están débiles y han perdido su testimonio porque han fracasado en aplicar el proceso de la disciplina de la iglesia, han fracasado en recordar que Cristo ha prometido estar presente y bendecir la iglesia. ¿Puede una iglesia llena de contiendas predicar con éxito el evangelio de amor?