La cristiandad genuina se manifiesta los días de la semana en el mercado, en el trabajo, en la escuela y en el vecindario. Es algo que vivimos, no importa lo que pasa o donde estemos. Es el cumplimiento del mandato de nuestro Señor en Mateo 5:16; «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».
Es difícil vivir la vida cristiana si intentamos hacerlo únicamente por auto disciplina. Puede ser que algunos logren hacerlo por algunas semanas. Lo que desanima a muchos incrédulos a acercarse a Dios es que ellos piensan que sería imposible vivir la vida cristiana. Lo que ellos no entienden es que la verdadera vida cristiana es algo que brota de adentro. En primer lugar, es el resultado de estar en Cristo como dice en II Corintios 5:17. «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas». No sería vida cristiana si intentamos hacerlo sin estar en Cristo. Puede ser una vida ejemplar pero no es vida cristiana. Si uno es verdaderamente salvo es imprescindible que haya un cambio impresionante en su ser interior.
Es también el resultado de comunión con Dios. En este deber, más que nada, hace falta disciplina. Estoy hablando de un tiempo devocional personal. Un tiempo diario dedicado a leer la Biblia y orar. El de cumplir con esto hace que queramos vivir la vida cristiana. Jesús dijo, «Si me amáis, guardad mis mandamientos». Juan 15:15 Más tarde el mismo Juan escribió en I Juan 5:3 «Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos».
La cristiandad genuina es algo que permanece a pesar de las pruebas. Es una gran equivocación pensar que si uno es un hijo de Dios no tendrá que pasar por angustias. No es que Cristo va adelante abriendo el camino y asegurando que no nos pase algún mal. Él puede, si quiere, pero estamos en Cristo, no atrás de él. Cuando vienen aflicciones debemos recordar que todavía estamos en Cristo.
La semana pasada recibimos un librito escrito por el Dr. Ernesto Pickering. Él es un siervo del Señor que ha sido usado en gran manera. Hace años lo he conocido personalmente. Él es el autor de varios libros. Tengo uno en mi biblioteca. Él ha viajado a muchos países del mundo, incluso a Argentina. Él predicó en nuestra iglesia una vez algunos años atrás. El librito que mencioné fue escrito después de que él perdió la vista. Él fue operado por un tumor maligno en la frente. Después tenía una serie de tratamientos de radiación. La radiación hizo daño al nervio óptico. Resulta que perdió la vista primeramente en un ojo y, después de algunos meses, en el otro. En el librito relató algo de la lucha que él y su esposa tenían en aceptar su aflicción. Una vez el se perdió en un rincón de la casa y su esposa tenía que rescatarlo. Él dijo que se abrazaron llorando y se preguntaron ¿por qué? Después ellos aceptaron su condición humildemente. Una gran parte del librito era un resumen de las razones que Dios tiene en incluir sufrimiento en la vida de los suyos.
Nos toca llevar a luz la cristiandad genuina en nuestra situación. Para algunos es en pobreza. Para otros es en riqueza. Para algunos es en enfermedad. Para otros es en salud. Para algunos es en tranquilidad. Para otros es en un ambiente trastornado.
Dios quiere manifestar la cristiandad genuina a este mundo. Él quiere que sea manifestada a través de la vida de niños, jóvenes, mayores y ancianos. ¿Qué manifestación está dando de la cristiandad genuina? ¿Sería posible que alguien sea atraído a Cristo por observar su vida?
he leido lo de ser un cristiano genuino aun en la adversidad le doy gracias a Dios por que esto nos ayuda a seguir adelante.tengo mi hermano que es diabetico y ya esta perdiendo la vista antes me preocupaba mucho pero ahora descanzo en mi Dios y tengo la paz que el solo me puede dar