Los homosexuales de hoy día muchas veces citan la Biblia para «probar» que Dios los creó de la manera que son y que Dios no está en desacuerdo con sus estilos de vida. Sin embargo, esto contradice claramente el pasaje en la epístola a los Romanos (cap. 1) en donde Dios específicamente dice que los entregó a una mente reprobada después de haber escogido vivir de esa manera.
Génesis 19:1-11 registra el juicio del Señor sobre dos ciudades por sus pecados, entre los cuales estaba el pecado de sodomía (homosexualidad). Los homosexuales modernos han torcido la Biblia al decir que Dios juzgó esas ciudades por haber intentado violar (homosexuales) a las visitas de Lot, pero no por el pecado general de sodomía. Esto no es verdad, ya que en ninguna parte del recuento indica que la homosexualidad hubiese sido aceptada si las visitas hubiesen estado de acuerdo a tal hecho. También debe notarse que las dos ciudades enteras fueron juzgadas y no solamente fueron juzgados los hombres que vinieron a querer hacer tal fechoría.
Otros homosexuales se atreven a decir que el pasaje no habla de la homosexualidad. Dicen que este intento fue solamente parte del «rito hospitalario» de los hombres de la ciudad para determinar si las visitas eran dignas de visitar la ciudad y que Lot debió permitirle a los ciudadanos conocer a las visitas. Esto es una farsa. Si esto fuera verdad, ¿por qué Lot les ofreció a sus dos hijas «vírgenes» si esto no hubiese mitigado sus deseos de conocer a las visitas de Lot? Esto prueba verdaderamente que las intenciones de los hombres de la ciudad eran inmorales, no tenía nada que ver con un «rito hospitalario» de la ciudad para probar a las personas que entraban. Además, si el pecado fue de parte de Lot al no entregar a sus visitas, ¿por qué no fue él el que fue juzgado en vez de toda la ciudad, sino que se le permitió escapar?
El corazón de Dios hacia los pecadores
En I Cor. 6:9-10, los pecados de idolatría, robar y borracheras son mencionados con el de la homosexualidad. Esto significa que Dios puede perdonar el pecado de la homosexualidad, así como perdona aquellos de los ladrones y borrachos. Algunas veces los cristianos actúan como si la homosexualidad fuese el pecado imperdonable; un pequeño estudio de la Biblia nos muestra que esto no es verdad. En el v. 11 del mismo pasaje dice que algunos de los miembros de la iglesia habían sido homosexuales pero ahora habían sido salvos, lavado en la sangre de Jesucristo.
¿Cómo debemos reaccionar hacia aquellos que están envueltos en el estilo de vida pecaminoso de la homosexualidad? La respuesta es: de la misma manera que debemos responderle a todo otro pecador, darles el evangelio claro de Jesucristo.
Sí, la homosexualidad es un pecado, pero es perdonado por Cristo y su deseo de salvarles y cambiarles debe ser predicado tan claramente como se les predica a otros. ¡Qué Dios nos ayude en el ocuparnos en el «negocio» de ganar almas perdidas para Cristo!
El Escudo de la Fe
Mayo / Junio 1998
Excelente comentario.
Deja en claro que la Palabra de Dios no está en contra del homosexual como persona, sino que Dios odia el pecado de la homosexualidad, y que tenemos que llevarles el evangelio como a cualquier persona.