La traducción de la Biblia al castellano tiene una larga historia; historia llena de dramatismo y de aventura, de sacrificio y de peligros, de profunda devoción y de vidas consagradas a una de las tareas más fascinantes y más bellas. Es la historia de hombres que lo arriesgaron todo en medio de un ambiente hostil que se oponía como un dique de tinieblas a que la verdad se abriera camino y llegara con su luz a iluminar a los pueblos de habla hispana.
En 1569 apareció la versión de la Biblia traducida por Casiodoro de Reina. Casiodoro de Reina era sevillano; nació el año de 1520. Estudió para sacerdote y terminó su carrera. Pero su predicación llegó a ser demasiado evangélica y por eso tuvo que salir de España para refugiarse en Suiza. Fue en Basilea donde publicó su versión castellana de la Biblia, la cual, revisada por Valera más tarde, sigue en circulación hasta el presente en España y en Hispanoamérica. Menéndez y Pelayo se refirió a la Biblia de Reina diciendo: «Como habiendo sido traducida en los mejores días de la lengua castellana, la de Reina sobrepuja a la de Torres Amat y a la Versión, la más destacada de todas, la del Padre Scío de San Miguel.» Reina usó en su traducción los textos originales hebreo y griego y otras versiones de consulta como la latina de Sanctes Pagnino y la castellana de Ferrara.
La Biblia de Reina fue la precursora y fundamento de la versión española de Cipriano de Valera, cuyo Nuevo Testamento se imprimió en Londres en 1596, y su Biblia completa en 1602, en Amsterdam. Aunque de Valera era un erudito muy competente, su obra de largos años consistió, esencialmente, en hacer una revisión de la Biblia traducida por Reina. Es por ello que hasta el día de hoy es costumbre referirse a la versión que por tantos años ha servido y sigue sirviendo a los cristianos evangélicos de habla hispana y a la gente en general, como versión Reina-Valera.
De Valera suprimió las notas marginales, abrevió los sumarios y mejoró mucho la traducción que Reina había hecho.
La Biblia Reina-Valera ha sido objeto de diversas revisiones. Leyendo algunas páginas de la Biblia editada en 1602 y comparándolas con las mismas páginas de esa misma versión que usamos hoy, encontramos una enorme diferencia en ortografía y modos de expresión. No obstante, todavía han quedado modos de expresión y ortografía que no van de acuerdo con la evolución que el idioma castellano ha tenido a lo largo de los años.
Por lo menos podemos mencionar cinco importantes revisiones hechas a la Biblia Reina-Valera publicada en 1602; algunas veces abarcando solamente el Nuevo Testamento, otra, toda la Biblia. Dichas revisiones se llevaron al cabo en 1708, en 1806, en 1858, en 1865 y en 1907-1909.
Desde la publicación de la Biblia Reina-Valera en 1602, se han introducido en las diferentes revisiones 60,000 distintos cambios en palabras y frases y más de 100,000 en la ortografía.
Desde la última revisión hecha a la Biblia Reina-Valera en 1909, no se había llevado al cabo ninguna otra revisión. Entre tanto, el idioma que es algo que vive y evoluciona, ha sufrido modificaciones de importancia; la ortografía ha variado, muchas palabras han cambiado de significado; muchas formas de expresión son diferentes. Por ello, cuando se auscultó la opinión de los evangélicos de la América Latina y de España sobre la conveniencia de efectuar una nueva revisión, el 95 por ciento estuvo de acuerdo en que debían modificarse en el texto actual algunas palabras, expresiones y formas gramaticales.
Antes de tomar alguna decisión con respecto a lo necesario y conveniente de una nueva revisión de la Biblia Reina-Valera, el Secretario de Traducciones de la Sociedad Bíblica Americana, Dr. Eugene A. Nida, viajó por toda la América Latina consultando a un sinnúmero de personas de todas las denominaciones y de un criterio muy diverso. Se solicitó la opinión de conductores cristianos muy destacados de España; y de esta consulta amplia, paciente y laboriosa, surgió el acuerdo de llevar al cabo la revisión actual que quedó terminada, con excepción de algunos detalles que todavía habrá que considerar, en el mes de febrero de 1954.
La más reciente revisión de la Biblia Reina-Valera fue hecha por un Comité Especial integrado por las siguientes personas: Dr. Alfonso Rodríguez Hidalgo, de Cuba; Rdo. Alfonso Lloreda, de Venezuela; Prof. Henry Parra, de Colombia; Dr. Honorio Espinoza, de Chile; Prof. Francisco E. Estrello y Prof. Juan Díaz, de México. El Rdo. Adolfo Araujo, representando a España, aunque no pudo estar presente en las sesiones de trabajo, envió numerosas y muy valiosas sugestiones.
Este Comité estuvo asesorado por cerca de sesenta consultores de la América Latina y España; por el Secretario de Traducciones de la Sociedad Bíblica Americana y por el Secretario de las Sociedades Bíblicas Unidas del Perú, Sr. Juan H. Twentyman.
Esta revisión es sustancialmente de forma; el texto no se ha tocado; la integridad del texto se ha respetado tal y como aparece en la versión castellana que hemos usado hasta hoy. Solamente en unos cuantos casos se han hecho ciertos cambios ligeros como en 1 Timoteo 6:1 en que Señor ha sido sustituido por Dios ya que así aparece en el Textus Receptus y en todos los manuscritos más importantes.
Una comparación de capítulos típicos revela que entre la versión de 1602 y el texto actualmente en uso, hay un promedio de más de 45 cambios por capítulo, en la ortografía, mientras que en la revisión hecha recientemente, el promedio apenas llega a dos, y la mayoría de los cambios se refiere a nombres propios relativamente desconocidos.
Es muy importante hacer notar que en algunos casos el Comité de Revisión utilizó al vocabulario de la versión del año 1602 porque en cierto sentido era mejor que el utilizado en revisiones posteriores. Por ejemplo, en 2 Cor. 5:5 la versión Reina-Valera en uso tiene prenda, siendo la palabra más exacta arras. En el Salmo 32:4 estío ha sido cambiado por verano (tal y como aparece en la edición de 1602), y en el Salmo 71:3 estancia se ha cambiado por fortaleza (un vocablo más exacto que evita al mismo tiempo el significado ambiguo que estancia tiene en el Río de la Plata). Esto quiere decir que no fue el afán del Comité de Revisión hacer cambios nada más porque sí y por un espíritu de introducir innovaciones. Cada uno de los miembros del Comité se dio cuenta plena de su responsabilidad y pidió la ayuda y la dirección del Espíritu Santo para acometer la tarea que en ningún sentido resultó sencilla, pero que se llevó al cabo con un sentido de humildad y con el mejor deseo de que la versión castellana de la Biblia más amada del pueblo evangélico que habla español, la de Reina-Valera, resulte más inteligible para todos los que se acerquen a las Sagradas Escrituras para descubrir la voluntad de Dios.
Vayan los siguientes ejemplos como muestra para dar una idea de los cambios hechos en la revisión reciente:
Texto | Versión actual [1909] | Versión revisada [1960] |
Gen. 1:1 | crió | creó |
Ex. 15:8 | con el soplo de tus narices | al soplo de tu aliento |
Deut. 15:18 | doblado del salario de mozo jornalero | por la mitad del costo de un jornalero |
Jueces 5:5 | aqueste Sinaí | aquel Sinaí |
Jueces 11:18 | de estorta parte de Arnón | al otro lado de Arnón |
2 Sam. 17:19 | no se penetró el negocio | nada se supo del asunto |
2 Sam. 24:10 | punzóle su corazón | le pesó en su corazón |
Jer. 45:3 | trabajé en mi gemido | fatigado estoy de gemir |
Dan. 3:29 | por mí pues se pone decreto | por lo tanto, decreto |
Zac. 9:8 | seré real de ejército a mi casa | acamparé en torno de mi casa |
Mat. 3:10 | la segur | el hacha |
Mat. 26:27 | le herían con mojicones | le herían en la cara |
Hech. 4:12 | en ningún otro hay salud | en ningún otro hay salvación |
Rom. 9:4 | la data de la ley | la promulgación de la ley |
Rom. 11:12 | el henchimiento de ellos | la plena restauración de ellos |
Col. 3:22 | vuestros amos carnales | vuestros amos en la carne |
1 Tes. 2:7 | fuimos blandos entre vosotros | fuimos tiernos entre vosotros |
1 Tes. 4:11 | obréis de vuestras manos | trabajéis con vuestras manos |
Heb. 13:5 | contentos de lo presente | contentos con lo que tenéis |
Apoc. 9:15 | que estaban aparejados | que habían sido preparados |
Se han hecho cambios de ortografía como los siguientes: Acán, en vez de Achán; Belén, en vez de Bethlehem; Jerusalén, en vez de Jerusalem; Ramot, en vez de Ramoth; Josafat, en vez de Josaphat; Miqueas en vez de Micheas; Efraín, en vez de Ephraim; Zacarías, en vez de Zacharíás; etc., etc.
Hubo necesidad de hacer cambios de puntuación también, pues en la versión actual en uso hay muchos lugares en que se ponen dos puntos en vez de punto y coma.
Lo dicho hasta aquí pone de manifiesto el propósito y la importancia de la revisión reciente de la Biblia Reina-Valera. Creemos que ha ganado en claridad, en corrección y en exactitud del texto. Se ha respetado, por una parte, el deseo de aquellos que manifestaron su oposición a que se hiciera una revisión de fondo; pero por otra parte se ha satisfecho la necesidad, sentida por una inmensa mayoría, de que se llevara al cabo una revisión por lo que a la forma y al estilo se refieren.
Todavía se darán los últimos toques al trabajo realizado al examinar las pruebas de galera, pero ya no se introducirán modificaciones sustanciales. Las pruebas de galera serán revisadas con mucho cuidado por los miembros del Comité de Revisión y además por dos expertos en esta clase de trabajo. La labor del Comité ha quedado concluida y queda depositada con toda humildad sobre el altar del Señor.
La Biblia en México. Julio-agosto 1955. El primer párrafo proviene de otra edición de este mismo artículo que apareció en la revista Mensajero Valdense, donde confirma que el autor fue Francisco Estrello.