Anoche hablamos con un pastor y su esposa. Ellos nos contaron la triste experiencia que tuvieron con un joven que hace algunos años estaba en su iglesia. Él seguía al Señor fielmente, aprendió de memoria muchos versículos de la Biblia y parecía tener un futuro glorioso en el Señor. Sin embargo, empezó a salir con una chica incrédula y poco después abandonó el camino de Dios.

Esto contrista el corazón de un pastor, no únicamente porque ha perdido un miembro de su iglesia sino también porque tiene lástima por aquel que se aparta del camino del Señor. Es dudoso que haya un pastor que no ha pasado más de una vez por esta experiencia triste. El pastor no es el único que sufre. Dios manifestó su pesar a través del profeta Jeremías en 2:12-13 cuando dijo: “Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera dijo Jehová. Porque dos males ha hecho mi pueblo; me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”.

El corazón engañoso es la explicación por este apartamiento triste. Por supuesto, Satanás está detrás de todo pero él obra a través del corazón engañoso. No es por nada que Solomon nos exhorta a guardar el corazón sobre toda cosa. (Proverbios 4:23) Si dejamos el corazón enfriar un poco, las cosas vanidosas de este mundo captan la atención de nuestros ojos.

El gran conocimiento bíblico que tenemos o el número de años que tenemos en el Señor, en sí, no nos aseguran que no caigamos. Aun el gran Apóstol Pablo estaba consciente de su propensión a caer. Él dijo; “Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo vengo a ser eliminado”. (I Corintios 9:27)

Es una consolación saber que a veces los que se apartan del buen camino se dan cuenta de su error y se arrepienten y vuelven al camino. Dios es grande en misericordia y siempre está listo para perdonar y recibirlos de nuevo. Por eso debemos orar por ellos. A veces Dios tiene misericordia de ellos y los lleva por aguas profundas para que se den cuenta de su error.

El hecho de guardar el corazón significa que debemos tener cuidado con nuestros amores. Es tan fácil amar lo que no es digno de amar. Tan pronto que vemos que el corazón se va detrás de lo que no es digno debemos tomarlo en serio. Nos conviene pedir perdón de Dios y su ayuda en mantener el corazón fijo en lo que es digno de nuestro amor. Como creyentes, sabemos que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza y nuestro prójimo como a nosotros mismos. (Marcos 12:30-31) Debemos amar a nuestros seres queridos, (Efesios 5:28) y nuestro amor debe ser sin fingimiento. (Romanos 12:9-10)

Si tú eres el que se apartó del camino del Señor, debes saber que hay los que lloran por ti y que un día tú también vas a llorar. Mejor sería volver ya al camino del Señor. “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. (Isaías 55:6-7)