Hay un asunto importante que debe considerarse antes que formasen un concepto de una iglesia nuevotestamentaria. Primero, hemos de comprender que la clave de la situación es la autoridad de Jesucristo. Como yo lo entiendo, el concepto bautista del cristianismo requiere, lo primero de todo, la obediencia a Cristo. Él es «la Cabeza de la Iglesia». Pero aún más, es nuestro Rey; él es el potentado y requiere de sus discípulos individuales absoluta obediencia.
Cuando un cristiano quiere resolver alguna cuestión, acude con ella a Jesús. Desea saber primero lo que quiere el Maestro, no meramente lo que es propio o conveniente. Porque el Maestro dice: «Si me amáis, guardad mis mandamientos». No podemos adelantarnos de ninguna manera sino hasta que hayamos hecho esto. No queremos discutir requisito nuevotestamentario alguno con un hombre que rechaza la autoridad absoluta de Jesucristo. Cuando su autoridad se arroja, la Nave de Sión no tiene carta ni compás, y zozobra en el mar de las opiniones humanas. En primer lugar entonces, pongámonos de acuerdo en que la Palabra de Cristo es nuestra autoridad absoluta.
Lo que ha de decirse en seguida es esto: Con Cristo colocado en su lugar de autoridad absoluta, viene a ser «la Cabeza de la Iglesia». Es el Rey de cada miembro de la iglesia. El Rey del cuerpo o la congregación. «La Cabeza de la Iglesia» es el fundador de ella. No debe entrar la cuestión de lo que nosotros pensamos.
Somos miembros de la iglesia y no sus fundadores. Si vamos a tener una iglesia, debemos tener la misma que Cristo fundó. No es argumento decir que esto o aquello sería mejor, y debemos seguir su voluntad en esta materia.
Los bautistas se fundan en la autoridad absoluta de Jesucristo y la doctrina de que él es la Cabeza de la iglesia, y rehusamos discutir este importante asunto desde otro punto cualquiera de vista. No osamos añadir algo a lo que él ha dicho, y no nos atrevemos a quitar palabra alguna de ello. De modo que si nuestros más íntimos amigos nos instasen a abandonar esto o aquello, no podríamos consultar nuestros deseos, sino referir la cuestión a nuestro Divino Maestro para su solución.
Por ejemplo: Personas muy buenas pudieran rogarnos que abandonásemos esta práctica o aquella para unirnos con ellos sobre una base común. Nuestra respuesta siempre tiene que ser: «Nos uniremos con ustedes alrededor de nuestro Rey y Potentado. Convendremos en seguir las enseñanzas de Cristo hasta donde las entendemos. Si ustedes consintieran en rechazar todo lo que no esté apoyado por su autoridad, haremos lo mismo. Pero no queremos que abandonen cosa alguna que él ha mandado, según su concepto de sus enseñanzas; y nosotros no renunciaremos ninguna de sus enseñanzas para llegar a un convenio con ustedes. No puede haber unión si no es en nuestro Salvador y alrededor de él». Esto no sólo simplifica muchos problemas, sino los resuelve.
Ahora bien, habiendo establecido esta regla, podemos discutir el concepto bautista de una iglesia nuevotestamentaria. Significa sencillamente: ¿Qué creen los bautistas que son las enseñanzas de Cristo sobre este asunto entendiendo que el ejemplo de los apóstoles es también una expresión de la voluntad de Cristo?
Primero — Aprendemos en el Nuevo Testamento que para ser un miembro verdadero de la iglesia de Cristo, uno debe ser convertido y regenerado. La iglesia no es una institución salvadora; es una sencilla fraternidad compuesta de los que han sido salvos por medio de fe en el Señor Jesús. Esto no sólo está de acuerdo con la Palabra de Dios, sino también con la razón. El juntarse a una organización meramente, no hace a uno miembro de ella. El acto tiene que ser sincero y del corazón. Nos juntamos a la iglesia porque es la iglesia de Cristo; y a él le amamos y creemos que somos su pueblo. Nadie, sea joven o anciano, debiera juntarse a una iglesia nuevotestamentaria sin haber sido convertido.
Segundo. – Los que son verdaderamente convertidos y desean en su corazón ser miembros de la iglesia de Cristo tienen que someterse a la ordenanza del bautismo. Esta ordenanza deberá administrarse por inmersión; cualquiera otra forma destruye su significado simbólico. Pero esto no tiene que ver con el caso. La razón por la que insistimos en la inmersión de creyentes es ésta: Cristo y sus apóstoles insisten en ello. Los incrédulos no fueron bautizados por ellos, sino solamente los creyentes; y su bautismo era por inmersión. Algunas veces dicen: «Ustedes, los bautistas no creen que el bautismo pueda salvar al alma, ¿entonces por qué insisten tan tenazmente en la inmersión?» La única contestación correcta a esto es: Porque está según el mandato y ejemplo de nuestro Señor.
Tercero — Bien sabemos que la Cena del Señor es una simple conmemoración que él estableció en su iglesia. Naturalmente no establecerá esta conmemoración entre aquellos que se designan como «el mundo», porque ellos no saben nada de su sacrificio y nada les importa. Sin embargo, este razonamiento no es concluyente. Tenemos el ejemplo de Cristo y el de sus apóstoles. Instituyó su Cena entre sus discípulos, y sólo ellos la observaban desde aquel tiempo en adelante. La razón principal por qué debíamos guardar la Cena del Señor en el lugar donde él la puso es: Él la colocó allí.
Un bautista no necesita otra defensa de su práctica de observar la Cena de la manera que la observa, y no respeta otro argumento cualquiera. No puede concebir otra opinión más segura y racional sobre la materia que la que obtiene de su Maestro.
Cuarto – Con respecto a los oficiales de la iglesia: Hallo en el Nuevo Testamento que había obispos, o pastores, y diáconos. Bajo la dirección apostólica y según la necesidad y la razón, la iglesia primitiva tenía estos dos oficiales. Es el deber de la iglesia predicar y enseñar el Evangelio. Esta es la obra del pastor, u obispo. También es el deber de la iglesia nuevotestamentaria hacer obras de benevolencia entre sus propios miembros y entre el pueblo fuera de la iglesia. De manera que se nombraron a diáconos para encargarse de esta obra de benevolencia de la iglesia. Por supuesto los deberes de estos oficiales eran casi idénticos en algunos casos. Pero hay dos grandes departamentos de trabajos en la iglesia: Enseñar la Palabra, y ministrar al pueblo. El argumento que se oye a menudo que alguna otra forma de gobierno eclesiástico es más fuerte y eficaz tiene a los bautistas sin cuidado. Cristo estableció su iglesia. La dio la forma que a él le plugo. Creemos que si esta forma es observada consecuentemente y persistentemente, no sólo es la mejor, sino en verdad la única verdadera forma de organización. Si en algún tiempo descubriésemos que nuestro concepto de esta organización es erróneo, estaremos listos para alterarlo. En verdad, no tienes credo alguno que no se pudiera alterar al instante si lo halláramos en desconsonancia con las enseñanzas del Nuevo Testamento, es decir, las enseñanzas de Cristo. Nos gloriamos de esta libertad; la de aceptar alguna cosa nueva que aprendamos acerca de la voluntad de Cristo, y la de rechazar todo lo que, según nuestras convicciones, pugna con su voluntad.
Quinto – Respecto a la obra de la iglesia, creemos que la enseñanza del Nuevo Testamento es esta: Edificar al pueblo de Dios en la fe y el conocimiento, y hacerle más eficiente en el servicio de Cristo; al mismo tiempo hacer todo lo posible para ganar para Cristo a los incrédulos. Una iglesia que no cuida del bienestar y desarrollo de sus miembros, y no predica el Evangelio a los perdidos, no es una verdadera iglesia bautista.
Como bautistas profesamos hacer la voluntad de nuestro Señor y seguir su ejemplo. Él vino al mundo para buscar y salvar a lo que estaba perdido. Ahora bien, si una así llamada iglesia bautista no hace nada para buscar y salvar a los perdidos, ¿cómo puede llamarse una iglesia de Cristo? En realidad la razón principal por la organización de su iglesia era llevar adelante esta obra salvadora en el mundo. Así como vino él, de igual manera envió a sus discípulos. No podemos convencer al mundo que una iglesia bautista es una iglesia de Cristo; si no hace la obra de Cristo. Una simple declaración de que nuestras doctrinas son correctas algo vale, si es la verdad; pero esto no deja al mundo convencido. Según el criterio del mundo, una doctrina es muerta si no hace algo. Una iglesia verdadera de Cristo tiene vida en sí y se adelanta en la obra salvadora del Señor. No sólo debemos profesar ser seguidores de Cristo, sino también debemos seguirlo; es a saber, ocuparnos en su obra.
Esta sencilla organización que se llama «la iglesia del Dios viviente» es una institución maravillosa, y con excepción del hogar, la única divina en el mundo. Existirá hasta el fin. «Las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella».
Es la misión de los bautistas mantener la autoridad de Jesucristo como el fundador y cabeza de la iglesia. Tienen que defender su existencia, no sólo por su persistencia en abogar por las doctrinas de Cristo, sino también por su fidelidad en hacer su obra. Para siempre hemos de exaltar la autoridad así como la gracia salvadora de nuestro bendito Redentor. Si podremos hallar en el Nuevo Testamento su voluntad acerca de la organización y obra de su iglesia, debemos obrar conforme a ella. Para nosotros su mandamiento más insignificante acerca de esto y de todas las demás materias es de suprema importancia.
El Foro Cristiano
1915
Notable resumen de identidad, muy bueno.
Nací en el evangelio y gracias a Dios en una iglesia Bautista aqui en mi país Nicaragua, mi padre fue pastor de la 1a. Iglesia Bautista de Masaya Nic. por 36 años, habiendo tenido un ministerio de mas de 50 años…asi que mi formación es totalmente bautista.
He leido algunos libros sobre la historia de los bautistas y uno muy interesante es el del Dr.J.M. Carroll «The trail of blood» (1976), en donde aparecen lo que el llamó las «notas» de la iglesia del Nuevo Testamento, casualmente la iglesia bautista y su obra se basan en estos principios neotestamentarios, creo que a diferencia de otras iglesias.
En cuanto al presente articulo, es muy interesante y objetivo, solamente que le falta completar otros principios bautistas como lo son: la biblia es nuestra única regla de fe y practica, separación de iglesia y del estado, el gobierno congregacional, unicos ritos ceremoniales el bautismo y la santa cena, etc…talvez por falta de espacio no fueron puestos…pero ellos son doctrinas del NT.
Bendiciones
yo soy cristiana hace mas de 33 anos y pertenezco a la denominacion bautista y nosotros, nuestra base es la biblia y estamos centrada en ella y se predica del antiguo testamento y tambien el nuevo testamento pues todo es la palabra de dios amen