Hay por lo menos dos cosas que indican que José tuvo prudencia en el manejo de bienes materiales. En Génesis 39:1-6 leemos que Potifar puso a José encargado de todo lo que tenía y resultó en su prosperidad. En parte, dice que fue porque “Jehová bendijo la casa del egipcio”. Tiene que ser también, en parte, por la prudencia de José. Más adelante, José interpretó el sueño del Faraón y le dijo que su sueño indicaba que vendrían siete años de abundancia seguidos por siete años de hambre. Su consejo era guardar aparte algo para los siete años de hambre. Es lo que hicieron y era lo que salvó al país.
La Biblia tiene mucho que decir sobre el dinero. Nos conviene estar al tanto con su consejo en cuanto a la actitud debida en cuanto a bienes materiales y la manera mejor de manejarlos.
Las características del dinero
El hecho más importante sobre el dinero, y todo lo demás en cuanto a esto, es que todo pertenece a Dios. David, dijo, “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan”. (Salmo 24:1) Siendo que Dios es el dueño de todo, lo que pertenece a nosotros viene de él. El escritor de Crónicas declaró a Dios, “Todo es tuyo”. (I Crónicas 29:14) Puede ser que usted dice, “Pero yo he trabajado bien duro para el dinero que tengo”. Puede ser, pero Dios dijo a los Hijos de Israel, “Acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas”. (Deuteronomio 8:18) Es importante que nosotros tomemos esto en cuenta también.
La Biblia no dice que está mal tener dinero. De hecho, la Biblia relaciona las riquezas con la sabiduría. “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable”. (Proverbios 24:3-4) Sin embargo, es posible ser engañado por las riquezas. Mateo 13:22 habla del “engaño de las riquezas”. No debemos estimarlas más que un buen nombre. (Prov. 22:1) Dice Santiago 5:2-3 que las riquezas son muy transitorias y David dice que si se aumentan no debemos poner el corazón en ellas. (Salmo 62:10)
Como conseguir dinero
No hay ningún valor en saber usar algo que no tenemos. Por eso, antes de tocar el tema del uso del dinero debemos pensar en cómo conseguirlo. La primera responsabilidad que Dios dio a Adán en el Edén era la de cuidar el huerto. (Gén. 2:15) Cuando Adán y Eva pecaron, Dios maldijo la tierra diciendo, “Con el sudor de tu rostro comerás el pan”. (Gén. 3:19) Dios hizo la tierra producir espinos y cardos que perjudicaron el trabajo de Adán. Aunque Dios nos ha prometido fuerza, es la responsabilidad del hombre de trabajar y proveer por su familia. (I Tes. 4:11)
El escritor de los Proverbios también subrayó la necesidad de trabajar por las necesidades de la vida. “En todo labor hay fruto; mas las vanas palabras de los labios empobrecen”. (Prov. 14:23) “El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza”. (Prov. 28:19) El también advierte a los que se apresuran a enriquecerse. “El que se apresura a enriquecerse no será sin culpa. Se apresura a ser rico el avaro, y no sabe que le ha de venir pobreza”. (Prov. 28:20, 22)
Lo que se debe hacer con el dinero
Una vez que tiene dinero, ¿cómo se debe usarlo? Siendo que Dios es dueño de todo, es lógico que debamos preguntarle lo que él quiere que hagamos con el dinero que tenemos. Su Palabra nos da algunas instrucciones específicas en cuanto a esto. En Mateo 25:14-32 Jesús dio una parábola sobre un hombre que encargó a otros con la responsabilidad de invertir sus talentos. El número de talentos que recibieron no era tan importante como su manera de invertirlos. Por medio de esta parábola, él enseñó un principio muy importante. Es que debemos ser fieles en lo poco que tenemos y entonces recibiremos responsabilidades mayores. Si descuidamos los talentos que Dios nos ha dado, estamos en peligro de perderlos.
Jesús dio otra parábola de un hombre rico en Lucas 12:13-21. Cuando él no tenía más lugar en donde guardar su cosecha, él decidió derribar sus granjeros y hacerlos más grandes. En el versículo 20 dice que Dios le llamó un necio y dijo que aquella misma noche moriría y dejaría todas sus riquezas atrás. Su problema no era que era rico, sino que él amontonaba sus riquezas porque era egoísta. En Mateo 6:19 Jesús dijo, “No os hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan”. Y el versículo siguiente dice, “Sino haceos tesoros en el cielo”. Una manera de amontonar tesoros en el cielo es por ofrendar. Lucas 6:38 dice, “Dad y se os dará”. Dios quiere que demos a él el diezmo, o sea el 10% de las ganancias. Hebreos 7:6-18 habla de Melquisedec quien recibió diezmos. El era un tipo de Cristo. Dios es mayor que Melquisedec, y él debe recibir diezmos. Según I Cor. 16:1-4 debemos ofrendar según la prosperidad que Dios nos ha dado. Esto sugiere el diezmo. El diezmar era la costumbre de los judíos en el Antiguo Testamento. Según Santiago 2:14-17, debemos estar dispuestos a compartir lo que tenemos con los necesitados y Juan dice que esta es una indicación del amor de Dios en nosotros. (I Juan 3:16-17)
Cuando el Apóstol Pablo escribió al joven Timoteo, él hizo mención de otra responsabilidad en cuanto al dinero. Es el de proveer por la familia. (I Tim. 5:8) Él dice que el fracasar en esto es peor que ser un incrédulo. Él dice también in I Tim. 5:8 que los hijos y nietos son responsables por cuidar por las viudas. Si hay una viuda que no tiene hijos o nietos entonces es la responsabilidad de la iglesia a cuidarla si es creyente.
Otra exhortación de Pablo en cuanto a las riquezas se encuentra en I Tim. 6:17. Él dice, “A los ricos de este siglo mando que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”.
Tal vez usted dice, “pero yo no soy rico, entonces esto no tiene nada que ver conmigo”. Ojo, no sea engañado. Es cierto que hay los que son mucho más ricos que usted, pero hay los más pobres también. La verdad es que cualquier cosa que tiene, debe ser usado como Dios quiere. Así honrará a Dios con sus bienes.
Debemos ser prudentes en el manejo de la plata. En Lucas 12:42-44 Jesús habló del mayordomo fiel y prudente. Él dice que cuando venga su señor él le pondrá sobre todos sus bienes. Tenemos que saber gastar la plata primeramente por lo que es necesario. Si sobra algo, sí, podemos comprar algo que no es tan imprescindible. También tenemos que saber guardar aparte lo que será necesario para gastos en el futuro; gastos como, por ejemplo, sus viajes a trabajar y la factura de luz. Este dinero es sagrado y no se puede gastar para ninguna otra cosa.
Su actitud hacia al dinero
Si usted sufre por la falta de dinero no debe preocuparse. Si eres un hijo de Dios que sabe usar bien su dinero y está trabajando bien duro para ganarlo, debe saber que Dios tendrá cuidado por usted. (I Pedro 5:7) Jesús dijo que como Dios cuida las aves del cielo, así también cuidará de nosotros. (Mateo 6:25-26) Otra actitud mala es la de preferir al rico. Santiago 2:1-4 nos advierta de este peligro. Él dice que no debemos ser jueces con malos pensamientos.
Otra actitud virtuosa es la de estar contento con lo que tenemos. “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienes ahora; porque él dijo, no te desamparé ni te dejaré”. Hebreos 13:5 Jesús dijo, “La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. (Lucas 12:15)
Concl.
Así que, el dinero debe servir a nosotros y nosotros jamás debemos servir a ella. “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero”. (I Tim. 6:10) El saber lo que Dios dice en cuanto al dinero nos ayuda a ponerlo en su debido lugar.
Exelente enseñansa;gracias por que dios los usa en tema que a muchos cristianos nos cuesta obedecer.Cuesta dejar toda ambision personal;si queremos la bendicion total hay que ser fiel a Dios tambien en el area de las finanzas,toda la bendicion!!!…
Excelente contenido, he sido muy bendecido. Muchas gracias y que el señor lo siga usando para su gloria.