Quiero compartir en esta ocasión con las mujeres jóvenes que están por casarse o que tienen poco tiempo de casadas y quizá sirvan también para algunas mujeres que ya tienen años de casadas y que están pasando por dificultades en su matrimonio.
La Biblia nos habla en 1º Corintios 13 sobre el amor y este capítulo se titula la Preeminencia del amor y sin duda es uno de los capítulos más hermosos de las Sagradas Escrituras, donde se nos dice que pueden existir tantas y tantas cosas pero si no hay amor de nada sirve.
Esta clase de amor es la que debe existir en el matrimonio y yo quiero compartir 10 consejos que si los siguen les aseguro que facilitarán su vida conyugal. Cuando llegamos al matrimonio, tenemos ciertas ideas o sueños de que será una especie de idilio o será una eterna luna de miel, pero de pronto pasa el tiempo y viene la triste realidad, quizá tu cambies ya no serás la misma señorita enamorada y paciente de mirada luminosa y tu esposo también cambie ya no será aquel joven que conociste atento y cordial que estaba presto para abrir la puerta del carro. Puede ser que los dos cambien, pero yo quiero darles estos consejos para que aquella primera ilusión dure todos los años que Dios les permita estar casados.
1. APRENDE EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL AMOR
El Diccionario Consultor Espasa un diccionario secular nos da un significado de la palabra amor; “es el conjunto de sentimientos que ligan una persona a otra” ahora ¿Cuáles son esos sentimientos? Este diccionario no lo dice pero la Palabra de Dios si lo detalla más claramente en 1º Corintios 13:4,5,6 habla en cuanto a esos sentimientos que los podemos aplicar a un matrimonio y dice así “El amor es sufrido , es benigno, el amor no tienen envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”. Hermosa definición ¿verdad? Pues cuando lo aprendemos y no solo lo aprendemos en la memoria sino lo ponemos en práctica, les aseguro que todo funcionará mejor, y claro esto debe ser recíproco cada uno poniendo su parte. Si yo quiero ser amada debo ofrecer un amor maduro, el amor no es enamoramiento de adolescentes, ni siquiera es una atracción sexual. El amor es amor a la vida, amor a Dios amor al prójimo, amor al esposo. El amor no exige sino ofrece y da.
2. RENUNCIA A LOS SUEÑOS DE TENER UN “MATRIMONIO PERFECTO” Y ESFUERZATE POR ALCANZAR UN “BUEN MATRIMONIO”
No hay matrimonios perfectos porque no hay personas perfectas, la perfección solo existe en el cielo. Cuando termina la ceremonia de bodas acabas de iniciar un viaje que no sabes cuál será su destino final. Empiezas a descubrir que el hombre de tus sueños tiene defectos que nunca habías notado durante el noviazgo, (al mismo tiempo él está haciendo lo mismo), no es la persona que tu soñabas, pero tú tampoco eres la persona con quien el creía haberse casado. Aparecen enojos y diferencias con las que no habían contado; ya que el matrimonio es el más difícil de todas las relaciones humanas, requiere paciencia, destreza, tacto, crecimiento emocional y espiritual. Si estamos dispuestos a ser diligentes en cada una de estas cosas podremos cultivar un buen matrimonio.
3. DESCUBRE CUALES SON LAS NECESIDADES PERSONALES DE TU ESPOSO Y PROCURA SATISFACERLAS
Tu esposo no es como cualquier otro, es caso único como tú también eres única para él. Tiene necesidades y preferencias, fallas y debilidades, virtudes y defectos. Quizá tú piensas de un modo agradarle y a él no le satisface eso, tienes que descubrir que lo que le gusta, lo que le interesa; al principio no podrás satisfacerlo en todo pero no pienses que has fracasado sino piensa en que la medida que vas descubriendo las cosas que le agradan lo harás con gusto y con amor y él lo notará.
4. ABANDONA TODA DEPENDENCIA DE TUS PADRES Y ABSTENTE DE TODA CRÍTICA CONTRA LOS FAMILIARES DE TU ESPOSO ESPECIALMENTE SUS PADRES Y HERMANOS
La Palabra de Dios dice en Génesis 2:24 “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una solo carne”. Y también es un mandamiento para la mujer. Todos sabemos que durante los primeros años de nuestra vida dependíamos totalmente de nuestros padres. Más tarde el crecimiento y la madurez desminuyeron esta dependencia. Pero muchas madres tratan de dirigir las vidas de sus hijas y desean impedir que cometan errores solo que ahora como esposas se debe cortar ese lazo de dependencia y firmemente recordar que se está construyendo un nuevo hogar en el que al principio sin duda se cometerán errores pero con el tiempo se irá aprendiendo para no cometer los mismos errores. Siempre les digo a mis hijos que tomen en cuenta que cada uno fue educado en hogares diferentes, con reglas diferentes y disciplina diferente y cada uno tiene que aportar su parte y quedarse con lo que mejor les funcione. Si uno dice “solo como yo fui educado es lo correcto”, no funcionará. En la vida conyugal debe haber una regla básica “No critiques a los familiares de tu cónyuge”. Porque esto trae desaliento y desánimo, si algo no te gusta busca el mejor tiempo y la mejor manera de hacerlo saber, siempre hay buenas maneras de decir las cosas, sé sabia cómo dice Proverbios 14:1 “La mujer sabia edifica su casa y la necia con sus manos la derriba”, y también con sus palabras puede derribarla.
5. MANIFIESTA ELOGIO Y APRECIO
Nosotras pensamos que necesitamos apoyo y estímulo pero también el hombre lo necesita aunque él es el fuerte necesita sentir nuestro aprecio. Quizá haya cosas que no nos gustan, hay que decirlas con dulzura y amor. Para que llegue a ser el esposo que tú quieres, se requiere una esposa sabia y paciente.
6. RENUNCIA AL AFÁN DE DOMINIO Y DE LOS CELOS
Todas podemos sentir celos y son normales hasta cierto punto solo que esto llega a ser problema cuando se hacen enfermizos y son hasta destructivos cuando se convierten en algo dominante que invade todas las áreas del matrimonio, hay que tener cuidado. Recuerda que cuando el esposo se siente que lo quieren dominar no responde agradablemente. El ser dominante con el esposo proviene de la inseguridad. Y esto puede hacer el esposo se refugie en su propia soledad o hasta en los brazos de otra mujer y no nos gustaría que sucediera esto.
7. SALUDA A TU ESPOSO CON AFECTO EN LUGAR DE HACERLO CON QUEJAS Y EXIGENCIAS
Cuando llega el esposo y lo único que encuentra son quejas que el niño se portó mal (cuando ya hay niños), que llegaron las cuentas por pagar, que el gas se acabó, que no hay algo en la alacena, etc., etc., ¿crees que deseará llegar a casa? Mejor recíbelo con afecto, con amor, con un cómo te fue en el día, aún si no deseas decir esto porque estás cansada o enfadada, hazlo y verás que será una buena inversión. La Biblia dice en Lucas 6:38 “Dad y se os dará”.
8. ABANDONA TODA ESPERANZA DE CAMBIAR A TU ESPOSO MEDIANTE LA CRÍTICA Y LA HOSTILIDAD
Si algo del carácter de tu esposo no te agrada no esperes que cambie por acción directa de crítica por ejemplo decirle ¡Mira escúchame bien! Esto no da resultado. Hostilidad crea hostilidad pero amor engendra amor. Siempre hay que fomentar la comunicación para decir las cosas que no nos agradan.
9. OLVIDATE DE TU COMPLEJO DE PRINCESA
No todas las mujeres padecen este complejo pero muchas sí y empiezan a manipular a los demás empezando por los padres y quieren hacer lo mismo con los esposos. Una persona que nunca da nada, que nunca ofrece nada y al contrario exige y adopta una actitud petulante y malhumorada cuando no puede salirse con la suya, no es una persona sabia y pronto empezará a tener problemas . Igualmente en el aspecto de administración del dinero que Dios les da, si no administran como a Dios le agrada, es decir no son buenos mayordomos de lo Dios pone en sus manos y al contrario compran y gastan en cosas que no son necesarias, esto traerá también problemas entre los dos porque empezarán las comparaciones de que en la casa paterna ella tenía todo lo que quería. Recuerda que ahora están formando un nuevo hogar cuyo centro debe ser Cristo.
10. ORA PIDIENDO SABIDURÍA
Ya llevamos un buen tramo recorrido en cuanto a consejos y quizá no sea fácil pero con Cristo somos más que vencedores y para llegar a tomar en cuenta cada uno de estos consejos debemos tener paciencia y pedir sabiduría y también orar para que Dios nos de cada una de estas cosas. Y les animo mis hermanas a poner atención en esto y verán como Dios nos ayuda a que nuestra relación de pareja sea un éxito. ¡Que Dios le bendiga! Y hasta la próxima.
Tribuna Bautista Bíblica