Jesús fue el maestro ideal en el trabajo personal. Si revisamos nuestra Biblia y buscamos ese relato maravilloso escrito por el evangelista Juan en su capítulo 4:3-42, podremos realizar el método que él usó para ganar un alma:
Circunstancias que contribuyeron:
1. El camino de Judea a Galilea, «por Samaria» (versículo 4).
2. Un pozo cavado desde hacía muchos años, «la fuente de Jacob» (versículo 6).
3. Un cuerpo cansado que necesitaba descanso, «cansado del camino, así se sentó a la fuente» (versículo 6).
4. La necesidad de agua en la ciudad, «a sacar agua» (versículo 7).
5. La ausencia de todos, excepto la de los dos protagonistas, «porque sus discípulos habían ido» (versículo 8).
Si el gran deseo de los maestros (de la escuela dominical) es ganar a sus discípulos para Cristo, y si ellos pusieron mucho empeño en esto, se maravillarían del sin número de circunstancias que han sido arregladas desde lo alto en su favor.
Un caso extremo:
1. La mujer era de una raza antagonista, (samaritana).
2. La mujer era de un mal vivir, «no es tu marido» (versículo 18).
3. Aparentemente no había entre ellos dos ningún punto de contacto, «no se tratan» (versículo 9).
4. La reputación de él en peligro aun en el concepto de sus amigos, «y maravilláronse de que hablaba con la mujer» (versículo 27).
Si esta clase de vida pudo haber sido ganada bajo tales condiciones, nunca está la persona que no pueda ser traída a Cristo por medio de un estudio cuidadoso.
Asegurando el punto de contacto:
1. No habría de consistir en líneas de moral, «no es tu marido» (versículo 18).
2. Tampoco en relaciones sociales, «no se tratan» (versículo 9).
3. Debería de estar en la línea de la necesidad física, «agua» (versículo 7).
Hay muchos que, si lo habríamos de convencer, debería ser sobre la base de una necesidad común. El punto de contacto entre nosotros bien pudiera ser el radio, el juego de pelota, un juego de canicas, o aún un vaso de agua fría. El punto de contacto existe; el problema está en saberlo encontrar.
Pasos sucesivos en la conquista:
1. Contrario a lo que ya se esperaba de un judío, él se sometió a ella bajo el sentimiento de agrado o simpatía, «dame de beber» (versículo 7). Esto abrió su boca, «¿cómo tú?» (Versículo 9).
2. Habiendo iniciado una conversación, él despierta la curiosidad de ella hablándole acerca del «agua viva» (versículo 10). Esto despertó su inteligencia, «¿de dónde?» (Versículos 11, 12).
3. Habiendo sido despertada su mente, le explica que es vida eterna acerca de lo que él habla, «agua que salte para vida eterna». (Versículos 13, 14). Esto despertó en ella sus deseos, «dame esta agua» (versículo 15).
4. Ella debe verse a sí misma como es; por lo tanto Jesús de una manera prudente pone su dedo en el pecado de aquella mujer, «llama a tu marido» (versículo 16). Esto hizo que ella viera su fatal conducta, la cual negaba, «no tengo marido» (versículo 17).
5. Aun cuando a la letra ella dijo la verdad, en el espíritu mentía; no obstante, Cristo de una manera simpática saca el mejor partido de su respuesta conforme sondea el asunto, «bien has dicho» (versículos 17, 18). Esto la condujo a la confesión y a la expresión de un deseo de conocer la verdad, «eres profeta». «En este monte… en Jerusalén».
6. El caso de ella merecía una reprensión severa de parte de Cristo, y con justicia le hubiese exigido que probara su sinceridad a su regreso por aquel camino; pero él le enseñó inmediatamente cuál era la verdad, «Dios es espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren» (versículos 21-24). Esto despertó su fe y esperanza, «sé que el Mesías ha de venir» (versículo 25).
7. Puesto que ella ya había sido conducida inteligentemente al punto que él tenía propuesto desde el principio, le hace la revelación necesaria, «Dios oye» (versículo 26). Esto la satisface por completo, «¿es éste el Cristo?» (Versículos 28, 29).
Caro compañero, fue el Maestro de los maestros quien realizó todo esto en una breve entrevista; pero aquello que él mismo hizo puede hacer ahora, por medio del Espíritu Santo, valiéndose de sus colaboradores. Indudablemente que si nosotros delineamos cuidadosamente, y lo examinamos todo, no fracasaremos en nuestros planes y sí alcanzaremos los mismos resultados (Isaías 55:11).
Completamente convertida:
1. El nuevo gozo que ella encontró le era de más interés que su propio asunto o negocio, «dejó su cántaro» (versículo 28).
2. Fue directamente a sus antiguas compañías, «dijo a aquellos hombres» (versículo 28).
3. Les dio un buen testimonio, «¿no es éste el Cristo?» (Versículo 29).
4. Hizo grandes cosas, «y creyeron muchos más» (versículos 39, 41, 42).
¡O, queridos maestros, si nosotros procuramos encauzar nuestros esfuerzos para la salvación de las almas de nuestros discípulos de manera tan fiel, sincera, sistemática y acabada como hacen los hombres para sus propios negocios, qué recompensa tan grande recibiremos! «Y los que enseñan a justicia la multitud, como las estrellas (resplandecerán) a perpetua eternidad». (Daniel 12:3).
El Atalaya Bautista, 1924