“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos”. I Corintios 10:31-33
Muchas cosas inocentes son desviadas para servir a los deseos carnales. ¿Qué hay de malo en mover granos de maíz sobre un papel marcado con cuadros y números? Nada; pero si es con el fin de salirse con el dinero de los demás está mal. Así, es con los juegos de azar.
La Biblia enseña claramente que laborar es honorable. Después de crear a Adán, Dios le puso en el huerto para cuidarlo. Eclesiastés 5:12 dice “Dulce es el sueño del trabajador”. “En todo labor hay fruto” (Proverbios 14:23). Los juegos de azar ofrecen al hombre la esperanza de escapar de tener que trabajar. Ellos sueñan con la esperanza de enriquecerse de un día al otro y pasar el resto de sus días a sus anchas.
Hay por lo menos cuatro males en esto:
- Es enriquecerse con lo que constituye la pérdida de otros. Tal vez ellos tratan de justificarse por decir, “Bueno, ellos jugaron sabiendo del riesgo de perder”. Puede ser, pero, a su vez, ellos jugaron con la esperanza de ganar.
- El jugador está animado a arriesgar lo que, en muchos casos, no podría darse el lujo de perder. A veces ellos tienen que aprovechar de la bondad de familiares y amigos en darles dinero para pagar sus deudas. A veces piden dinero prestado que no pueden devolver.
- El jugador está obligado a hacer decisiones imprudentes. Se ve a ellos parados en la vidriera estudiando los números. Por una serie de circunstancias ellos tienen la opinión de que tienen los números de la suerte. Si es, por ejemplo, el número cinco, ellos buscan la tarjeta con el mayor número de cincos. Después de todo, será por casualidad que su tarjeta sea elegida.
- El jugador vive con la esperanza de que un día él será el ganador. Ellos leen artículos en los diarios de pobres que tenían la suerte de “sacar el gordo”. A veces ellos mismos o un conocido sacan algunos pesos. Esto sirve para fortalecer su esperanza de «sacar el gordo».
La tentación de hacerse rico de un día por al otro es diseñada con el fin de atrapar al débil y, en especial, aquel que tiene pocos recursos. Tal vez, por su edad o por su falta de educación, él sabe que será imposible aumentar mucho sus bienes materiales. Pero, con una pequeña inversión en juegos de azar, en el bingo, o en las maquinas en el casino, hay la posibilidad de ganar. Él siempre piensa, “Tardo o temprano voy a ganar”. Llega a ser una seducción irresistible. “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal”. (Filipenses 3:18-19)
Tal vez algunos piensan que pueden justificar los juegos de lotería por citar versículos de la Biblia que hablan de echar suertes. Jonás 1:7 es un ejemplo. En este caso, la suerte cayó sobre Jonás. “Y dijeron cada uno a su compañero: Venid y echemos suertes, para que sepamos por causa de quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás”. Proverbios 16:33 da la explicación para esto. “La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella”. La Biblia no habla en favor de echar suertes para ganar dinero. Los hombres pueden recurrir a esto cuando no hay forma humana para saber qué curso tomar. Hasta el día de hoy tiramos monedas. En mi niñez sacábamos pajas de la mano de otro. Él que salió con la paja más larga era el ganador. No veo nada malo en esto.
Algunos llegan a ser jugadores enviciados. Ellos roban, mienten y engañan para sacar dinero para jugar una vez más. Algunos dejan a su familia en la pobreza para jugar. Algunos han perdido todos sus bienes materiales. Hay los que piden limosna en la iglesia. La gente en la iglesia piensa que siendo que el mendigo no fuma o toma, están ayudándole a tener las necesidades de la vida. Lo que ellos no saben es que él está gastando el dinero en jugar.
Los juegos de azar son promovidos por Satanás. A él le encanta ver la gente sufrir. Él no tiene caridad para nada por los pobres. En muchas partes del mundo es promovido por el gobierno porque sirve para recaudar dinero para el gobierno. Una rifa parece ser algo más honorable pero igual es una inversión con la esperanza de ganar algo.
El jugar juegos de azar es un negocio que se aprovecha de la debilidad del hombre. Una vez estuvimos en un restaurante tomando café con un matrimonio conocido. Un niño entró vendiendo tarjetas de lotería. Mi amigo se hizo como si fuese ignorante de la lotería. Él preguntó al niño para qué sirvan las tarjetas. El niño le explicó que el que es dueño de la tarjeta ganadora va a ganar un montón de dinero. Mi amigo le dijo, “¿Por qué no te quedas con las tarjetas y tu puedes ganar el dinero? A mí me parece que tú necesitas el dinero más que yo”. Aun el niño tenía suficiente sabiduría para saber que, para él, había más ganancia en vender las tarjetas. Los comerciantes que venden las tarjetas siempre ganan a costo del jugador. Ellos son culpables de lo que dice II Pedro 2:14 “seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia”.
El creyente debe tomar en cuenta el consejo bíblico:
“No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste”. Prov. 23:4
“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. Lucas 12:15
“Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto”. I Timoteo 6:8
Material para este artículo fue sacado del libro “Usando Su Dinero Sabiamente” por Larry Burkett. págs. 78-82
Los felicito por su publicacion.
MUY BUENA LA ENSEÑANZA. ME ABRIO MAS LOS OJOS EN CUANTO A LO QUE AGRADA AL SEÑOR. COMO EL DIABLO INTENTA POR TODOS LOS MEDIOS ATRAPARNOS. DICIENDO QUE ES UNA OBRA DE CARIDAD. ES PARA EXTENDER EL REINO. LOS OBREROS Y LA MIES SON DEL SEÑOR Y EL ES QUIEN SE ENCARGA DE AGREGAR OQUITAR . NADIE MAS,
Muy buena la explicación más clara que el agua..
Que tal con recaudar el dinero en forma personal para una persona enferma personal no masivo
Pero que pasa cuando juegas el bingo en familia ,no para enriquecerse,sino como distracción y se hace con aportes simbolicos,osea,lo minimo solo para ponerle un atractivo,hablo de centavos?
Lo mismo me pregunto. Tengo una loteria navideña que quisiera jugar con los niños de la Iglesia. Es sólo un juego no hay dinero de por medio. Sera permitido?
A mi criterio yo pienso q las personas q le sirven a dios no deven de jugar bingo deverian de guardarse solo para el todo poderoso q es nuestro Rey