Salmos 127:1-3

En Puerto Rico hay una gran población de niños y de adultos con impedimentos, tanto físico como mentales; estos con impedimentos están residiendo en muchos lugares y hasta en las mejores familias. La familia de la fe no se escapa de este tipo de pruebas; y es por eso que me gustaría en una forma breve, pero bíblica, decir algunas cosas sobre este asunto.

Mi propósito es decirles a ustedes como la fe en nuestro Señor Jesucristo nos ayuda en la crianza de niños con impedimentos mentales o de cualquier otra índole. Estos niños, por su condición son niños especiales y para hacer posible la labor que ellos demandan se necesita una fuerza especial. Esta fuerza es la que nos da Dios, por medio de nuestra fe en él.

I. ¿Cómo ayuda la fe en el momento del nacimiento de un niño con impedimento?

A. Indicándonos que nuestros hijos antes de ser nuestros son de Dios (Sal. 139:13-16, 127:3).

1. Los padres somos unos simples instrumentos en las manos de Dios para guiar a nuestros hijos.
2. Cuando nos dejamos mover por Dios, podemos hacer para nuestros hijos más y mejores cosas.
3. Dios es quien permite todo en nuestras vidas (Sal. 115:3, 135:6; Fil. 2:13-14).

B. Indicándonos que no debemos menospreciar a ninguno de nuestros hijos, sean estos del impedimento que sea.

* El fruto del vientre es cosa de estima. Salmos 127:3, «He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre».

C. Hay que pensar muy profundo con respecto a aquellos padres que al conocer del impedimento de sus hijos:

1. Los quieren abortar.
2. Los abandonan.
3. ¡Los esconden para que nadie los vea!

* Todo esto es una gran ignorancia de lo que nos dice Dios: Rom. 11:39; Col. 1:15-16.
* Todos nosotros fuimos creados por Dios, y los niños con impedimentos no son la excepción.
* Un niño impedido es un niño que merece y necesita de nuestro amor.

II. ¿Cómo ayuda la fe en el suministro de sus diversas necesidades?

A. Como toda persona, estos niños tienen necesidades; éstos, por su condición, tienen mayor necesidad de comida, casa, médico, educación.
B. Nuestra fe nos ayuda creyendo lo que dijo nuestro Señor (Mar 11:24; Fil. 4:19).

1. Nuestro Señor ha prometido que no nos dejará, ni nos desamparará (Sal. 94:12-14, 9:9-10; Heb. 13:5-6; Sal. 37:23-26).
2. Nuestros niños son niños especiales, por lo tanto creemos que delante del Señor, somos padres especiales; nuestros niños son de bendición para nosotros, por lo tanto, somos padres de bendición (Sal. 1:3).

III. ¿Cómo ayuda la fe en el caso de la muerte de un padre de hijos impedidos?

A. Los padres siempre están preocupados por lo que pasará con sus hijos impedidos cuando el padre o la madre partan de este mundo.
Para esto se hacen preparativos tales como:

1. Una buena herencia para el hijo que se encargue.
2. Una cuenta de ahorro.
3. Una póliza de seguro.

B. ¿Qué nos dice Dios a través de todo esto?

1. Que ningún justo caerá desamparado (Sal. 37:25).
2. No debemos dudar de nuestro Señor.
3. ¿Qué ejemplo tenemos de esto? (II Sam. 4:4, 9:1-13)

IV. ¿Cómo ayuda la fe a los padres, en el caso de muerte de un niño con impedimento?

Hay muchos padres preocupados por cuál será el fin de sus hijos cuando mueran en su condición de impedimento mental.

A. Cuando un niño muere, la Escritura nos dice que estará en la gloria con Dios.

1. Nuestro Señor dijo en Lucas 18:16, «Dejad a los niños venid a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos».
2. Todo niño nace pecador (Rom. 5:12), «Así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron».
3. Un niño inocente, si muere en su condición, se le imputa la justicia de Cristo y éste será salvo.
4. ¡Un hombre adulto que es retardado mental, nunca deja de ser un niño!
5. Estos hombres, aunque robustos, son inocentes. La Biblia dice en Juan 9:41 que la ceguera espiritual apunta a una incapacidad de discernimiento del bien o el mal. Un niño o un hombre retardado, delante de Dios es un ser sin discernimiento espiritual, se le imputa la justicia de Dios.

B. Cuando este niño muere, la Escritura nos dice que cuando Dios llame a los suyos para estar con El, recibirán un cuerpo nuevo (I Cor. 15:50-57; I Tes. 4:13-17).

1. Tendrán un cuerpo semejante al del Señor.
2. En el cielo no habrá:

a. Jorobados
b. Retardados mentales
c. Cojos
d. Ciegos
e. Mancos

Todos tendremos un cuerpo nuevo y muy especial, incluyendo aquellos que son física o mentalmente impedidos (I Cor. 15:50-57; I Tes. 4:15-17; Isa. 33:20).

La Biblia es el libro de la esperanza; ella nos ofrece el camino de la salvación, que es lo más importante para todo ser humano de todas las clases sociales. Al tener la fe en Cristo, tenemos la seguridad y la felicidad aunque aquí hayamos sufrido los peores sinsabores o los más rudos impedimentos.

Si tu hijo es impedido, pero tiene la capacidad para entender el mensaje de la salvación, predícale de Cristo y ora por él para que el Espíritu Santo obre en su corazón, para que si lo sorprende la muerte o el Señor viene por su iglesia, tu hijo tenga un lugar seguro al lado de nuestro Señor Jesús.

Septiembre-Octubre 1993
El Escudo de la Fe