Juan 3:16

Intro.

No sabemos cuando empezó la tradición de dar regalos en la Navidad. Sabemos que era la costumbre de los judíos hacerlo como una manera de festejar días especiales. En Ester 9:21-22 leímos que para celebrar su liberación de la muerte ellos «enviaron porciones cada uno a su vecino y dadivas a los pobres». Es una buena costumbre pero es acompañada por algunos peligros.

I. La Navidad no es para recibir.

A. Es para celebrar lo que hemos recibido.

1) El regalo más grande que Dios puede dar a la humanidad.

a) Su Hijo unigénito. Juan 3:15
b) Rom. 6:23

B. Debemos dar como hemos recibido. Mat. 10:8

1) «De gracia recibisteis».

a) Favor no merecido.
b) Dios puso el ejemplo.
c) Él no tuvo ninguna obligación a dar a su Hijo.
d) Era por su bondad.

2) «Dad de gracia».

a) También es favor no merecido.
b) No únicamente porque Fulano siempre me da un regalo.

3) Desde que recibimos debemos responder por dar.

C. Los niños siempre piensan en lo que van a recibir.

* Una vez en mi niñez encontré un pulóver nuevo en el ropero. Pensé que era todo lo que mi mamá me había comprado como regalo de Navidad. Me tiré sobre la cama y empecé a llorar y sollozar. Mi mamá me encontró allí y preguntó que pasó. No quería decirla. Por fin ella me preguntó si pensaba que el pulóver era todo lo que ella me compró para la Navidad. Entre sollozos la dije que sí. Ella me aseguró que me compró algo más también. ¡Qué alivio!

1) Es natural.

a) El bebé piensa únicamente en satisfacer sus necesidades.
b) Hambre, cariño etc.

2) Tenemos que enseñar a los niños a dar.

II. Es más bienaventurado dar que recibir. Hechos 20:35

A. Fue la enseñanza de Jesús.

1) No se encuentra en los Evangelios.
2) Jesús no se equivoca.

B. «Bienaventurado».

1) Muy favorecido.
2) «Ojala que un día yo puedo ocupar su lugar».

C. Debemos tener lástima por aquel que no tiene nada que dar. No tanto por aquel que no recibe nada.
D. Sabiendo esto, debemos dar y dar y dar y dar más.

III. El regalo de Dios ha cambiado el rumbo de este mundo.

A. Da esperanza en vez de desesperación.
B. Da justificación en vez de condenación.
C. Da vida en vez de muerte.
D. Da gozo en vez de enojo.

*Sueño del pastor un domingo a la mañana. Soñó que Jesús no había venido. Se dio cuenta de que:

1) No había Navidad.
2) No había iglesias donde el pueblo de Dios podía congregarse y disfrutar de compañerismo.
3) Muchos estantes en su biblioteca estaban vacíos porque faltaban todos los libros sobre Jesucristo.
4) Alguien tocó el timbre.

a. Era un hombre pidiendo que venga a su casa y ore con su esposa que estaba muriendo.
b. Llegó y abrió su Biblia para leer una porción. Su Biblia terminó con Malaquías.
c. No sabía que decirla porque no tenía un mensaje de consolación.

E. ¿Cuánto más tiene Dios para darnos? Rom. 8:32

1) Junto con su regalo de la salvación, viene un sin fin de regalos.
* Jacob, cuando volvió a casa y quería reconciliarse con su hermano Esaú. Ofreció manadas como presentes. Esaú dijo, «¿Y esto, ¿qué es?» El siervo dijo; «es un presente de tu hermano Jacob. Ahora él mismo viene». Después vino otro siervo con su manada y sucedió lo mismo. Después otro, y lo mismo.

* Aquella noche cuando yo rogué a Dios que me perdone y me salve no sabía todo lo que iba a recibir de Dios. Y todavía estoy recibiendo. No sé cuándo terminará. Un día, cuando llego a los cielos, él va a decir, «y todo esto es tuyo también».

IV. Más que nada, debemos dar a Dios.

 * Una vez me tiré sobre mi cama y lloré porque todo el mundo estaba dando regalos el uno al otro y nadie pensaba en dar un regalo a Jesús.
A. Es su cumpleaños.
B. Él merece el regalo mejor.
C. No todo lo que damos es en plata.
D. Un lugar más amplio en su corazón es lo que él quiere más que nada.

* Cada año, en esta época, doy a Dios un sin fin de sacrificios en trabajar con los niños en preparación por un acto de Navidad.

Concl.

¿Ha recibido de Dios este regalo de la salvación? Si es que sí, ¿cómo puede ser que después de haber recibido algo tan precioso de Jesús que no quiere dar nada a él? Es esta actitud que nos da el anhelo y el gozo de dar.