Intro.
Por regla general pensamos que los bienaventurados son los que no tienen falta de nada. Pero estos versículos dicen que a veces es una bendición faltar algo. Ser pobre, tener hambre, etc.
I. Los que tienen hambre y sed de justicia. v. 6
A. Es normal tener hambre y sed.
1. Si el cuerpo funciona bien tenemos hambre y sed.
2. Si no tenemos hambre y sed es porque estamos enfermos.
3. Es la falta de lo que precisa para satisfacer nuestro hambre y sed que es un desastre.
* Si alguien está muriendo de hambre, mejor no decir, «es una lastima que él tiene hambre,» sino, «es una lástima que no tiene nada de comer».
B. Si alguien es un cristiano normal, él tendrá hambre y sed por las cosas de Dios.
1. «Justicia» quiere decir las cosas de Dios.
2. Es normal tener este hambre.
3. Si no tienen este hambre es porque están enfermos espiritualmente.
C. Tendremos que esforzarnos para satisfacer este hambre.
1. Hay que cocinar papas y carne para poder comerlos.
2. Tenemos que leer la Biblia
3. Tenemos que orar.
4. Tenemos que asistir reuniones en la iglesia. Hay algunos que tienen que ir (quizás caminando) lejos para encontrarse en una iglesia donde pueden satisfacer este hambre.
II. Los misericordiosos. v. 7
A. Es simpatizar con alguien.
1. Para muchos, no les importa lo que pasa con los demás.
2. Su única preocupación es que ellos mismos no tengan que pasar por tal angustia.
B. Es sufrir con los demás.
1. Sentir en su corazón el dolor en identificación con la persona que está pasando por dolor.
2. Así podemos consolarlos y animarlos.
3. El corazón se endurece en la presencia de muchos que pasan por angustias.
a) No podemos simpatizar con todos.
b) Tenemos que resistir la tentación de no simpatizar con nadie.
C. Dios nos promete misericordia si tenemos misericordia por los demás. Lucas 6:38, «Dad, y se os dará».
III. Los de limpio corazón v. 8
A. El corazón del hombre natural es sucio, pecaminoso, y engañoso.
1. Jer. 17:9
2. Mateo 15:19-20
B. Es solamente la sangre de Cristo que puede limpiar el corazón.
1. I Juan 1:9
2. Hechos 15:9
C. Dios quiere un pueblo limpio.
1. Para dar testimonio del poder de la sangre de Cristo.
2. Porque los de limpio corazón son más felices.
3. Porque ellos verán a Dios. Apoc. 21:27, 22:3-4
Concl.
¿Cómo es su corazón? ¿Limpio o sucio por el pecado? El texto dice «Bienaventurados los de limpio corazón». Deja que Cristo lave su corazón en su sangre.