En su juventud José se encontró a menudo en una situación difícil por causa de la indulgencia de su padre. No quiero ocupar espacio en esta hoja reproduciendo lo que usted mismo puede leer en la Biblia. Léalo, por favor, en Génesis 37:1-8.
Los hermanos de José estaban celosos porque su padre favorecía a José. El padre estaba orgulloso de José y aun más al verle vestido con la túnica de diversos colores. La indulgencia del padre de José fue dada, tal vez por dos razones. Jacob, su padre, notó que José se destacó por sus calidades morales e intelectuales. Él sabía que un día él iba a ser un príncipe entre su pueblo. Otra razón era que José era el hijo de su querida esposa Raquel. Ella no vivía más y, tal vez, Jacob favorecía a José para perpetuar los lindos recuerdos que tenía de ella. Sus hermanos se llenaron de odio al verle vestido así. Aunque José estaba en peligro de la represalia de sus hermanos, el peligro mayor era el daño que la indulgencia de su padre pudiera haber producido en el carácter de él. Muchos jóvenes en la misma situación sufren mucho mas daño que José sufrió. Debe ser que Dios estaba con él y le protegió, porque é1 tenía una obra especial para él más allá en el futuro.
Jóvenes con padres indulgentes están en peligro de sufrir fracasos que vienen de cuatro fuentes. En primer lugar, están en peligro de la ociosidad. A veces esto es lo que resulta cuando los padres son ricos y pueden pagar a alguien para hacer todos los quehaceres en el hogar. Así sus hijos hacen poco o nada en la casa. Llegan a pensar que el de limpiar un baño o cortar el pasto, es un trabajo indigno para ellos. Hijos tienen un montón de tiempo libre.
No sé si fue así en la vida de José. Por lo menos su papá le mandó a buscar y averiguar sobre sus hermanos. Parece que é1 se fue de buena voluntad.
Joven, no tienes que pensar que es una desgracia si tienes que hacer quehaceres en la casa. Te hace bien. Así aprendes la disciplina de hacer hasta tareas desagradables sin rezongar.
Los jóvenes también están en peligro de descuidar el desarrollo de su capacidad mental. De vez en cuando hay un niño que le encanta estudiar pero, por regla general, los padres tienen que empujarlos y asegurar que cumplan con sus deberes escolares. Si los padres son negligentes en esto o indulgentes y permiten que sus hijos malgasten su tiempo, ellos se quedarán cortos en el día de rendimiento. Casi siempre los jóvenes que desarrollan a lo máximo su potencial mental, son los cuyos padres les enseñaron una buena medida de auto disciplina. No tienes que quejarte si tus padres son exigentes en el cumplimiento de tus deberes. El día vendrá cuando estarás agradecido por la exigencia de tus padres.
Otro peligro para los jóvenes con padres indulgentes es que no aprenden el valor del dinero. Si es fácil para un joven sacar dinero de sus padres para comprar todos los chiches que él quiere, él no aprenderá el valor del dinero. No aprenden a ahorrar dinero para comprar lo que realmente vale. Muchas veces los jóvenes de padres pobres son favorecidos porque ellos aun a veces tienen que salir y trabajar para tener dinero. Si tus padres no te dan todo el dinero que quieres, no es porque son tacaños. Puede ser porque ellos quieren que tú aprendas a ser prudente en el manejo del dinero.
Y, por ultimo, hay peligro para jóvenes con padres indulgentes es que no aprenden a frenar sus pasiones. Los niños son muy rápidos en aprender que pueden sacar lo que quieren de sus padres por llorar, gritar o dar una patada. Si pueden seguir manejando a sus padres así hasta su juventud, ellos no aprenderán a controlar sus pasiones carnales. Sufrimos hoy en día olas, cada vez más grandes, de inmoralidad porque los jóvenes modernos no saben controlar sus pasiones carnales. Los jóvenes mismos sufren. Por eso, joven, debes respetar y apreciar a tus padres si ellos tienen normas y no permiten que tú hagas todo lo que quieres hacer. Es que ellos están tratando de sacar la necedad que está ligada en tu corazón. Vea Proverbios 22:15.
En conclusión, jóvenes, si tus padres son indulgentes, debes aprender de José. Él sabía superar esta falla de su padre. Tú también debes tener tus propias normas. El hecho de que tus padres no prohíben tal o cual cosa no quiere decir que está bien hacerlo.