En los colegios enseñan que la evolución es apoyada y aun probada por la ciencia. Por el contrario, hay mucha más evidencia científica para la creación que por la evolución. Pido que piense un poco conmigo sobre la evidencia que hay a favor de que la creación directa de Dios es la mejor creencia para los orígenes.
Casi siempre la explicación evolucionista para los orígenes es que todo sucedió por la casualidad. El que piensa un poco se da cuenta de que la vida compleja no pudiera haber llegado a la realidad a través de la casualidad. Supongamos que un hombre está sin trabajo. Por casualidad él ve un aviso en el diario que dice que una fábrica, al otro lado de la ciudad, está contratando gente. Él sale en su auto para ir a la fábrica. En el camino se le pincha una goma. Él allí se da cuenta que alguien le robó su gato hidráulico. Pero, por casualidad, él encuentra un gato tirado al lado de la calle. Cambia la goma pero algunas cuadras más adelante se le para el auto. Por casualidad, un hombre para y remolca su auto hasta el taller más cercano. Después de estar sin trabajo por tanto tiempo él está sin dinero. Por casualidad, el mecánico tiene en su taller otra caja de cambio que puede servir y ofrece vendérsela. Por casualidad, hay un hombre rico allí que ofrece pagar por la caja de cambio y por la mano de obra. Después de esperar un par de horas el hombre está en camino otra vez pero pincha otra goma. Él sale caminando en busca de una gomería. Por casualidad, él pasa por una fábrica y piensa, “Voy a preguntar aquí a ver si por casualidad necesitan más operarios.” Por casualidad, le dan trabajo allí. Al volver a su auto el nota que por casualidad la goma pinchada está inflada otra vez. Arranca el auto y empieza a volver a su casa. Él nota que su tanque de gasolina está casi vacío. No hay suficiente gasolina para llegar a su casa. Sin embargo dos cuadras más adelante encuentra que por casualidad están abriendo una nueva estación de servicio y están regalando cinco litros de gasolina a todos. Casi todos van a decir, “Pare, es demasiado creer que todo esto pueda suceder por casualidad”. Cierto, pero esto es lo que los que enseñan la evolución piden de nosotros.
Una y otra vez vemos diseño en la naturaleza. Cuando hay diseño tiene que ser que hay un diseñador. Es razonable, mejor dicho, científico, decir que la naturaleza fue planeado y creado por un ser todo sabio. Tome en cuenta los siguientes ejemplos.
Encontramos el huevo de un insecto pegado a una hoja de árbol. Está atado por medio de lo que parece ser una tela de araña. Si tomamos tiempo observaremos lo que sucede con el huevo. Con tiempo vamos a ver un pequeño gusano salir del huevo. El gusano se alimenta por comer la hoja del árbol. Sigue creciendo hasta que llega a ser unos dos centímetros por largo. Después de un tiempo el gusano queda pegado a una rama del árbol y comienza a cubrirse con una tela de araña. En poco tiempo él queda envuelto en un capullo. Después de algunas semanas una hermosa mariposa sale del capullo. A través de la teoría de la evolución no hay forma de explicar esta maravillosa transformación. La idea de que este proceso maravilloso, por el cual una forma de vida se cambia en poco tiempo, a otra forma de vida, y que sigue sucediendo año tras año puede ser explicado por la casualidad sin plan o dirección es tan irracional que un hombre inteligente no puede menos que rechazarlo.
Los evolucionistas dicen que la vida compleja se desarrolla a través de millones de años de progreso lento. Pero, ¿cómo se explica el hecho de que hay pájaros como el plover del pacífico que va volando desde Alaska hasta Hawai? Para hacerlo, tiene que cruzar el océano. Tiene que ser que desde el principio tenía esta capacidad. Si no, caería en el océano porque no estaba lo suficientemente desarrollado.
Cada pájaro construye su tipo de nido. Algunos han mantenido pájaros aislados hasta por cinco generaciones. Sin embargo, cuando están sueltos otra vez en la naturaleza vuelvan a construir el mismo tipo de nido aunque nunca habían visto uno. Tiene que ser que su Creador puso esta capacidad en ellos.
El mundo en nuestro alrededor está lleno de maravillas. Entre ellos están los órganos diseñados para desempeñar una función necesaria para la vida. Para que cumplan con su función es imprescindible que estén totalmente formados. Un órgano parcialmente formado sería inútil. Por eso, la teoría de que las formas de vida más complejas tardaron millones de años en formación es una tontería.
Los evolucionistas dicen que la religión es la traba que impide la aceptación de la evolución. Seguro es que hay los que aceptan ciegamente lo que dice su religión pero, más que nada, lo que impide a la gente aceptar la evolución es por pensar científicamente. Si alguien examina los hechos y piensa un poco, se dará cuenta de que a la teoría de la evolución le falta mucho para ser la explicación adecuada para los orígenes.
En mi caso, lo que me alejó de la teoría de la evolución y que me dirigió hacia la teoría de la creación fue el de mirar a una hoja de árbol debajo de un microscopio. Al ver la belleza, armonía y movimiento en la célula me dije a mí mismo, “Tiene que ser que hay un Dios. Esto no llegó a ser por la casualidad”. Lo que pasó es que yo empecé a pensar un poco. Si yo hubiera aceptado ciegamente la teoría de la evolución, tal vez todavía estaría con la misma mentalidad.
El aceptar la creación no fue, para mí, un impedimento en mis estudios científicos. No me dejó en consternación con un montón de cosas sin explicación. Al contrario, me dejó con una mejor explicación. El de razonar y pensar me lleva cada vez más a lo lógico de aceptar Génesis 1:1. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”.
¿No es razonable creer que “Todas las cosas por él fueron hechas” como dice Juan 1:3? Vivimos rodeados por “cosas hechas”. Cuando se llega a los orígenes y a la vida, hay los que exigen que creamos que estas cosas llegaron a ser por la casualidad. No. Todo fue hecho, si no por Dios, fue por los hombres. Basta de negar honrar a Dios por su creación. Lo más magnífico y complejo es la creación de Dios. Dale honor. Alábale por la grandeza de sus obras. “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien”. (Salmo 139:14)
Interesante la argumentación, gracias por este mensaje, me sirvió de mucho para explicar a mi clase sobre la creación.