“Por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo”. II Corintios 6:8-10
En estos tres versículos encontramos nueve paradojas. Una paradoja es razonamiento o pensamientos que consisten en expresiones o frases que envuelven contradicciones. Pablo habló de su experiencia personal en trabajar con la gente. Es muy probable que el siervo del Señor, en el día de hoy, experimente lo mismo.
Por honra y por deshonra
De algunos recibimos honor y alabanza. Otros nos menospreciarán y nos difamarán. No debemos esperar que todos vayan a hablar bien de nosotros. En II Corintios 2:15 Pablo dijo que para algunos somos “olor de muerte” y para otros “olor de vida”. ¿Qué podemos hacer para que seamos honrados por todos? La verdad es que es imposible.
Por mala fama y por buena fama
Algunos van a alabarnos. Otros van a criticarnos. Debemos saber reaccionar a estas valoraciones de la debida manera. La alabanza no debe causar soberbia y la crítica no debe desanimarnos. Es el plan de Dios que recibamos algo de los dos. La crítica sirve para detener la soberbia y mantenernos humildes. La alabanza sirve para animarnos. También la alabanza de algunos sirve para consolarnos cuando somos criticados por otros.
Como engañadores, pero veraces
Muchas veces el enemigo nos acusa de tener motivos ocultos. Son muy prontos en juzgar nuestros motivos y sembrar su opinión entre los demás. En vez de refutar estas acusaciones falsas, muchas veces es mejor ignorarlos y seguir haciendo el bien. Con el tiempo estaremos vindicados y el enemigo quedará avergonzado.
Como desconocidos, pero bien conocidos
Pablo habló del punto de vista de un extranjero. El viajaba mucho, formando iglesias en varias ciudades. Muchas veces cuesta para el extranjero ser aceptado. No mucho tiempo después de llegar a una ciudad, Pablo fue bien conocido como el “judío de Tarso”. Pero no quiso decir que fue bien conocido. Pocos le conocían personalmente. Puede ser que a veces Pablo tenía que enfrentarse con la soledad. Tiene que ser que él tuvo carisma porque, por sus cartas, se nota que él tenía muchos amigos. Igual, debía ser que hubo tiempos cuando él se encontró solo. Al llegar a una nueva ciudad él tuvo que esforzarse para hacer amigos. Y, ¿qué de los tiempos cuando él estaba encarcelado? En estos tiempos es una gran consolación saber que Dios está con nosotros.
Como moribundos, mas he aquí vivimos
Pablo, a veces, se encontró en situaciones peligrosas. En 11:23-26 él menciona algunas de estas situaciones. “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos”. Su vida es un testimonio poderoso del dicho que “El hijo de Dios es inmortal hasta el momento cuando Dios le llame”.
Como castigados, mas no muertos
El siervo de Dios no debe buscar la vida con pocos riesgos. Como siervos de Dios, debemos estar a sus órdenes. A veces él nos manda al campo de batalla para pelear mano a mano con el adversario. En el Antiguo Testamento leemos de David que estaba en peligro. En el Salmo 28:7 él dijo; “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado”.
Como entristecidos, mas siempre gozosos
Parece una contradicción regocijar cuando tenemos toda la razón por estar triste. No es la reacción normal. Una vez yo tuvo el privilegio de ir con algunos otros a visitar a una señora que estaba paralizada. Ella tenía que estar siempre en cama. Ella tenía razón para rezongar. Sin embargo, su cara resplandecía de gozo. Ella estaba llena del gozo del Señor y dejó a todos regocijando. Unicamente un hijo de Dios, en comunión con él, es capaz de hacer semejante cosa.
Como pobres, mas enriqueciendo a muchos
No toda riqueza se mide en términos de dinero. Hay un límite en cuanto a lo que el dinero puede hacer. Alguien ha escrito, “Con dinero se puede comprar comida, pero no el apetito para comerla. Con dinero se puede comprar remedios pero no la salud”. Puede ser que el que tiene dinero es conocido por muchos, pero su dinero no más, no es capaz de convertir a conocidos en amigos verdaderos.
Como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo
El siervo de Dios, que tiene muchos amigos, tiene acceso a todo lo que necesita. Si él no tiene algo, no importa. El tiene un amigo que estará más que dispuesto a prestarle de lo suyo. Esto no nos da derecho a ser negligente en conseguir lo que debemos tener. Es posible abusar de la bondad de nuestros amigos. Lo que Pablo quiere decir es que no debemos preocuparnos por lo que no tenemos. Una vez yo era huésped en una casa. Después de depositar mi equipaje en la habitación donde iba a quedarme me dijeron, “Si le hace falta algo no tenga vergüenza de pedirlo. Si nosotros no lo tenemos, vamos a enseñarle a ser lo suficiente humilde a vivir sin él”.
No debemos despreciar bienes materiales porque con ellos podemos ser una bendición para los demás. A su vez, debemos aprender el gran valor de los bienes espirituales. Es la paradoja de la pobreza. Es posible ser rico (espiritualmente) y pobre (económicamente). Es posible ser pobre (espiritualmente) y rico (económicamente). Es posible ser pobre o rico en los dos aspectos. Entonces, a la vez es posible ser “rico y pobre” o “pobre y rico”. A su vez, es posible ser “rico y rico” o “pobre y pobre”.
Hermoso Mensaje DIOS SIGA DERRAMANDO DE SU GRACIA Y DE SU SABIDURIA INFINITA EN CRISTO JESUS