2 Ti. 1:1-7

Cuando Pablo escribió 2 de Timoteo, era prisionero en Roma esperando morir (2 Ti. 4:6). Sólo se encontraba Lucas con él. El interés de Pablo no era su propia situación sino la de Timoteo y el éxito del ministerio del evangelio. Pablo lo desafía a que sea fiel. En este primer capítulo, Pablo le da tres esenciales para tener éxito en el ministerio (vamos a ver un esencial esta mañana). ¡Hay que tener entusiasmo! Entusiasmo es necesario en cualquier trabajo. Pablo le dice a Timoteo que avive el fuego dentro de él.

Cuatro razones por tener entusiasmo:

A. El amor de Pablo – 2 Ti. 1:1-2

1. Sabía que era apóstol de Jesucristo.
2. Sabía que estaba en la voluntad de Dios.
3. Sabía que estaba siguiendo la promesa de la vida en Cristo Jesús.
4. Dejó que Timoteo supiera que era amado.
5. Le dio su bendición.

B. Las oraciones de Pablo – 2 Ti. 1:3-4

1. Daba gracias a Dios.
2. Reconocía a quien servía.
3. Tenía una conciencia limpia.
4. Se acordaba de Timoteo día y noche.

C. La confianza de Pablo en Timoteo – 2 Ti. 1:5

1. Porque tenía fe.
2. Porque su abuela y su madre le enseñaron a tener fe. 2 Ti. 3:15
3. Era de una familia piadosa.
4. Había tenido grandes oportunidades para servir a Dios.

D. El don de Dios a Timoteo – 2a Ti. 1:6-7; l Ti. 4:14; Hch. 6:6; 13:3

1. Es el Espíritu Santo que nos da el poder para servir a Dios, y por él podemos ganar sobre la cobardía y nuestras debilidades – 2 Ti. 1:7
2. Es el Espíritu Santo que nos da el poder para testificar de él y servirle – Hch. 1:8
3. El Espíritu Santo nos da poder para amar – Ro. 5:5; Gál. 5:22
4. El Espíritu Santo nos da poder para tener dominio propio – Tito 1:8; 2:2, 4, 6, 12